Definitivamente, ese día no podía ir peor para Akutagawa.
Luego de perder toda una noche de sueño y haber necesitado la ayuda de Chuuya-san para vencer a Atsushi en el entrenamiento, lo último que necesitaba era ver a su hermana menor en una camilla y con necesidad urgente de ser atendida.
Por lo tanto, era normal que estuviera un poco más irascible de lo común.
—Quédense aquí —Ordenó Chuuya.
Akutagawa no tenía muchas ganas de quedarse sentado haciendo nada, pero tampoco quería hacer enfadar a su superior, por lo que, sin decir nada, retrocedió tres pasos y se quedó apoyado en la pared con cara de malas pulgas.
Atsushi lo observó en silencio, consciente de que algún comentario expresado de manera errónea podría desatar el demonio. Incluso Kenji sabía que la situación era delicada.
—Akutagawa-kun, ¿te encuentras bien? —Decidió arriesgarse a preguntar el albino.
—Y tú qué crees —Le espetó el mafioso. Atsushi tragó saliva.
—Yo... Estoy seguro de que Gin estará bien —Quiso consolarlo—. Es decir, es tu hermana, ¿no? Si algo tienen en común es la fortaleza.
Ryuūnosuke no esperaba tan amables palabras de su enemigo. Mordiéndose el labio inferior, desvío la mirada hacia la puerta de la enfermería, esperando ansiosamente ver salir a su superior con buenas noticias.
Varios minutos más tarde, Nakahara salió finalmente.
—Chuuya-san, ¿cómo está...?
—Ambas están bien, Akutagawa —Contestó el ejecutivo de la mafia—. Pero eso es gracias a alguien más.
Tras él, apareció la figura de una mujer.
—¡Yosano-sensei! —Exclamó Atsushi con sorpresa.
—Hola, Atsushi —Saludó la doctora con un movimiento de cabeza—. Hola, Kenji. ¿Qué tal su segundo día en la mafia?
—Eh... —Dudó el trigre—. Agotador. ¿Cómo es que está usted aquí?
—Es algo curioso, Ozaki y yo estábamos investigando a unos traficantes de drogas, y nos encontramos con Higuchi y Gin —Comentó—. Llegamos en el momento oportuno. ¡Pobrecitas...!
—Lo bueno es —Intervino Nakahara— que ahora sabemos quiénes son los desgraciados que les hicieron esto. Así que —Miró a Atsushi y Kenji—, esta será su primer trabajo en la mafia. Van a ir, y acabarán con esos hijos de puta.
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En un sótano, cerca del muelle de Yokohama, unos bandidos se recuperaban de el asalto por parte de la Port Mafia y la Agencia Armada de Detectives.
—Te dije que no era buena idea robarle a la Mafia —Le recriminó uno a otro—. ¡Esos Uld qahba¹...!
Suspiraron. ¡Por lo menos no habían confiscado sus drogas!
Pero el problema de esos traficantes era que fueron demasiado confiados, que creyeron que podían herir peligrosamente a dos miembros de la Mafia y quedar exentos de castigo alguno.
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Intercambio (Soukoku & Shin Soukoku)
FanficPor una maldad de parte de su mentor, Atsushi se ve obligado a aceptar un trabajo extra como castigo, trabajo que es nada más y nada menos que hacer una pasantía de un mes en la Port Mafia, al cuidado de Nakahara Chuuya, el usuario de habilidad más...