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CAMPO DE ENTRENAMIENTO

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CAMPO DE ENTRENAMIENTO

Un hombre corpulento vestido con jubón y grebas, LUIS FALCÓN, practica su puntería con la ballesta.

Una de las dianas se mueve por su derecha, acercándose.

LUIS — (Baja la ballesta al ver la diana). ¿Qué cojones...?

JORGE DAVID — (Salta desde atrás de la diana). ¡HEY, FALCOTE!

LUIS — ...Qué retrasado que es... ¡Hey... Davoche!

JORGE DAVID — Límpiate la cera de los oídos y escucha esto: ¡Empezaré a ganar mucho más entreteniendo a los pelmazos de la Corte que tú sirviendo en la guerra! ¡JA!

LUIS — ...¿Sí? No me digas... ¿El mono del Rey va a aprender trucos nuevos? Ya escuché por ahí que estaban buscando un nuevo trovador para el Rey... Les van a sangrar las orejas cuando te escuchen canturrear...

JORGE DAVID — ...Cómo te carcome la envidia, amigo mío...

LUIS — ¡Uy, sí...! (Le golpea el pecho con la ballesta, dándosela). A ver, qué tal estás...

JORGE DAVID — Fácil...

JORGE apunta, se toma unos segundos y dispara. La flecha se clava en el borde superior de la diana, bien lejos del centro.

LUIS — ...Sí... Disculpa, ¿qué decías?

JORGE DAVID — ...Qué puta mierda de arma...

LUIS — No es el arma, compañero... (Hace una pausa). Entonces ¿qué? ¿Te busco en tu casa esta noche?

JORGE DAVID — (Desconcertado). ¿Para qué?

LUIS — Pero qué cenil estás... ¡Vamos a recibirla en el embarcadero...!

JORGE DAVID — ...Joder, es verdad...

LUIS — No quisiera ir yo solo... Ya sabes tú cómo nos llevamos...

JORGE DAVID — Sí, sí... Búscame después del ocaso... No creo que salga hoy de aquí antes del atardecer...





 No creo que salga hoy de aquí antes del atardecer

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EMBARCADERO

Una gran urca mercante atraca frente a la isla.

Una figura delgada y encapuchada se escabulle entre las cajas de la nave y salta sobre una pila de objetos y costales dejados en el embarcadero.

ANCIANA — ¡Válgame el Señor!

La mujer se acerca al borde del embarcadero, donde ha visto caer a la figura.

ANCIANA — ¿Te has lastimado, criatura?

La ANCIANA intenta ayudarle a ponerse de pie, pero aquella se endereza rápidamente, en actitud defensiva.

ANCIANA — ¡Oye, calma! No estoy intentando hacerte daño...

La figura relaja levemente su postura, dejando ver algo de su rostro bajo la capucha; tiene rasgos femeninos, pero su expresión es más bien varonil.

ANCIANA — ...¿Qué eres? ¿Un muchacho o una muchacha?

FIGURA MISTERIOSA — ...Sono una ragazza, signora... I miei genitori mi hanno cresciuta come una signorina.

ANCIANA — ...¿No hablas ni un poco de castellano?

FIGURA MISTERIOSA — ...No demasiado, signora.

ANCIANA — (Mira la embarcación). Parece que tienes problemas... ¿Necesitas ayuda?

FIGURA MISTERIOSA — Per favore... Os agradecería un refugio... Sono stato rapito... e non so dove andare... Fui raptada... ¿comprende?

ANCIANA — Puedes venir conmigo... Tengo comida... y ropa... Querrás quitarte esos arapos masculinos...

La muchacha duda unos segundos. Cuando ve a los hombres bajar de la nave, se decide y toma del brazo a la ANCIANA, se cubre el rostro con la capucha y camina con ella.

Jorge JugleteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora