"Una família diferénte a las demás."

Capítulo 2

Finalmente el fin de semana habia llegado, lo que significaba...que el momento de cumplir con el "tráto" también habia llegado.

Una vez que terminó de acomodar su vestido, el timbre de su casa sonó.

Hernán: Vaya, te vez encantadóra.

Merry: Gracias. También luces bién.

Hernán: Gracias.

Hernán tenia puesto un traje negro, con camisa blanca, sin corbata y con los tres primeros botónes de la camisa desabrochados.
Mientras que Merry tenía un vestido verde esmeralda, largo hasta los tobillos, con escote y corte sirena.

Hernán: Este vestido...¿no es el que yo te regalé en Navidad?

Merry: Sí. Siempre quise usarlo para algo importante, pero nunca tuve para qué. Asi que decidí usarlo hoy.

Hernán: Me alegra...que lo uses para mí.

En ese momento desvio la mirada cuando élla lo miro a los ojos.

Hernán: Bueno, ¿nos vamos?

Merry: ...Claro.

~ ~ ~

Cuando Hernán le dijo que ese era uno de sus lugares favorítos, sin contar el restaurante en donde élla trabajaba, se imagino un lugar con las mísmas proporciones que el anterior.

Sin embargo, al llegar se dio cuenta de que ese lugar era completamente diferénte, ya que ése lugar era sumamente elegánte. Se sintió un poco intimidada, y se preguntó cuánto costaria un platillo ahí, hasta quiso ofrecerle a Hernán pagar lo súyo, pero él insistió en que esa cena iba por su cuénta.

Por supuesto, debido a la atención que causó su llegada; más que nada cuando muchos de los compañeros de "trabajo" de Catriel, el hermano mayor de Hernán, notaron su presencia, Hernán decidió pedir una mesa apartada del resto.

Después de que su mesero les llevara la carta y el vino, a Merry le costó un poco convencerse de que aquello no era tan romántico como su corazón esperaba. Porque, obviamente, Hernán no la habia llevado con esas intenciónes, no era una cita, era...simplemente, bueno...élla mísma lo habia dicho, solo estaba haciendo cumplir el "tráto". Eso era todo. Además, después de tantos años con él y su família, Merry se atrevía a decir que no eran gente que dejaba las cosas "a medias". Y aún con todo lo que eso significaba para élla, lo entendía.

Hernán: ¿Estas cómoda?

Merry: No mucho, pero voy bien.

Hernán: Fantástico.

Cuando su mesero les dejo sus pedidos en la mesa, fue cuando Merry se puso un poco nerviosa.

Hernán: ¿Que ocurre?

Merry: Es solo que...no sé comportarme en la mesa. Lo sábes.

Hernán: Sí. Lo sé. Por eso nos pedi una mesa apartada, para que puedas comer como te plazca.

Merry: Oh, asi que era por eso.

Hernán: ¿De que hablas?

Merry: Es solo que creí...que como estaban vários de los compañeros de tu hermano aquí. Habias decidido pedir una mesa aparte por eso.

Hernán: Hm, esas cosas no me interesan. Lo sabes.

Merry: Si. Supongo.

Hernán: Bueno, dejemos esas cosas de lado y comamos. Provecho.

Merry: Mmm...si, provecho.

Hablaron de cosas triviales, como siémpre lo hacian cuando estaban juntos, era como si todo marchara como siémpre.

Merry: Entonces fue cuando se lo dije: "Cariño, si tú y tooodas las mujeres oportunistas del mundo dejaran de buscar hombres por su dinéro y buscaran hombres por su carácter, entonces no terminarían con tantos cuernos sobre la cabeza".

Hernán: ¿En serio se lo dijiste?

Merry: Obvio. ¿Acaso dudas de mí?

Hernán: Jajja, linda, eres todo un encánto.

Merry: Lo sé. Soy única. Jajja.

Ámbos se miraron a los ojos, luego de las risas comieron el postre en siléncio, uno cómodo.

Hernán: ¿Te parece si nos vamos?

Merry: Mmm...¿a donde?

Hernán: Pues...a mi casa.

Merry: ¿Que hay de tu hermano?

Hernán: Esta fuera de ciudad por unos negócios.

Merry: Siii, "negócios". No me mientas.

Hernán: Siii, jajja. Sé que no puedo mentirte.

Merry: Ni deberías. Se tódo sobre tí y tu família, desde hace años y aun así soy tu amiga.

Hernán: ...Lo sé. No lo volveré a hacer.

Merry: Eso espero.

Hernán la miro con mucha seriedad, como si estuviera analizándola, lo cuál la puso, nuevamente, nerviosa. Al menos, hasta que volvió a su expresión común y le sonrió.

Hernán: ¿Entonces? ¿Mi casa?

Merry: ¿Eh...? Ahhh...claro.