Capítulo 21

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Quintos no respondió a su pregunta, solo tomó su mano y lo encaminó hasta la cama.

Quintos: Para ser alguien que quiere ésto estas temblando como una gallina.

Catriel: L-lo siento, no puedo evitarlo. Estoy nervioso.

Quintos puso un dedo sobre su barbilla y lo hizo mirarlo a los ojos.

Quintos: No tienes porqué, seré gentil.

Catriel: Eso...ya lo sé.

Dicho eso Quintos lo besó, fue algo sencillo pero pasional, que logró encender a Catriel como una llama.

Catriel: Debo admitir...que no esperé a que nuestra primera vez fuera así.

Quintos: Y yo jamás creí que tendriamos una primera vez.

Entonces fue Catriel quién inició un nuevo beso, más pasional que el anteriór, al mísmo tiémpo que Quintos lo iba despojando de su ropa y él hacia lo mísmo.

Catriel no respondió a sus palabras ya que queria demostrar, muy bien, que Quintos lo amaba a él y solo a él, apesar de todos los rechazos que recibió con anterioridad, asi que con cuidado le quito su camisa y fue besando y marcando su pecho con pequeñas mordidas.

Quintos sintió su corazón latir con violencia de golpe, sus pensamientos se borraron y se concentro solo en darle a su jefe lo que tanto deseaba de él en ese momento. Catriel lo abrazo fuertemente, mientras que le bajaba el pantalón con lentitud.

Se besaban con mucha intensidad, demostraban tal pasión que, casi, se asemejaba a la violencia con la que siémpre se peleaban.

Para cuando Catriel ya estaba sin ninguna pieza de ropa, su compañero empezó a acariciar su pene provocándole una felicidad enorme. Catriel disfrutaba enormemente de las caricias que Quintos le daba, lo hacia sonreír, suspirar y gemír al estar con él...le hacia sentirse tan vivo y feliz, le hacia sentirse...amado por primera vez.

Después de tantos jugueteos, aquí y allá, pasaron a la ronda final. Asi que Quintos subió las piernas de Catriel sobre sus hombros, acariciándolas mientras lo hacia y con mucho cuidado, como siempre procuraba hacerlo, acerco su pene hasta su entrada, pero ántes le dijo una última cosa...

Quintos: No te preocupes, como te dije antes...seré gentil.

Catriel: Esta bien...no me importa si eres brúsco o no, yo solo quiero sentirte...muy dentro de mí.

Y solo entonces prosiguió. Entró en Catriel y comenzó a moverse con suavidad, tratandolo con delicadeza, a pesar de que al otro no le importaba el dolor en ese momento.

Mientras Catriel tocaba y pasaba sus dedos por el cabello de Quintos, en solo segundos descubrió que le encantaba tocar su cabello mientras el otro lo penetraba, esperaba tener más ocaciónes para poder hacerlo.

Luego de unos minutos, en que Catriel finalmente se acostumbró a la "intromisión", aumentó la velocidad, poco a poco, a medida que Catriel aumentaba la intensidad de sus gemidos.

Catriel encajó sus uñas en los hombros de Quintos mientras murmuraba su nombre y sentía que íba y venía de un placentero viaje.

A medida que los gemidos aumentaban de intensidad y las estocadas de Quintos se volvían más profundas, ámbos sentieron que estaban a punto de terminar.

Catriel: ...Quintos...e-estoy a punto de...

Quintos: ...L-lo sé...igual yo...

Asi que después de un último movimiento de caderas de Quintos ámbos llegaron al clímax al mísmo tiémpo y se corrieron, Quintos dentro de Catriel y él sobre el abdomen de ámbos.

Catriel: ...Quintos...yo...en verdad te amo.

Quintos no se sorprendió ante lo dicho, ya se lo esperaba, pero no contestó a su confesión ya que no tenía una respuesta que hablara con el corazón.

Asi que solo lo abrazó y se acomodaron bien en la cama para intentar dormir.

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Quintos abrió los ojos con dificultad ya que la luz del sol entraba por la ventana, cuando miró hacia el otro costado de la cama notó que Catriel no estaba, asi que supuso que él la habia abierto.

Se sentó tranquilamente en la cama, pero también pensativo, ya que no estaba seguro de qué es lo que debería hacer ahora, o cómo seria su relación con Catriel.

Luego de un momento se dispuso a no pensar más en eso y en solo darse un baño rápido para empezar el día.

Bajó después de unos 20 minutos y se encontró con su hermanastro en la cocina.

Nick: ¿Quintos...? ¿Qué haces...bajando por las escaleras...?

Quintos: Pues...yo...pasé la noche...aquí.

Su hermano no contestó, solo lo miró seriamente por unos segundos, hasta que de  un momento a ótro su tóno de vos cambió a uno más divertido.

Nick: Vaya, ¿así que apartir de ahora te toca a tí poner de buen humor al jefe?

Quintos: ¡Nick! No digas tonterías.

Nick: Jajja, lo siento, jajja, es solo que...cuando te dije que hablaras con él no creí que harias ésto, jajja.

Quintos: Ash...¿podrías solo...olvidar lo que víste?

Nick: No, no lo haré, pero lo que haré sera no volver a mencionarlo, a menos que esté hébrio, ya que sabes que cuando lo estoy no tengo filtro.

Quintos: Siii, te comprendo. En ese caso...lo acépto.

Dicho eso se dieron la mano para sellar su "pacto" de silencio.

Quintos: Bueno, dime...¿en dónde está Catriel?

Nick: En su cuarto, dijo que tomaría un baño y ahora que lo pienso, si te acostaste con él, tiene sentido lo que me dijo después de eso.

Quintos: ¿Eh...? ¿Que fue lo que te dijo?

Nick: Hm, pues...

Catriel: Le dije que podía tomarse el día, después de todo va a casarse.

Ámbos miraron hacia las escaleras y notaron a Catriel bajando por ellas, traía puesta una bata.

Quintos: Comprendo. En ese caso supongo que nos veremos luego.

Nick: Ahm...si, nos vemos.

Una vez que Nick desapareció por la puerta principal Quintos notó un par de brazos abrazándolo por la espalda.

Fue solo entonces que decidió soltarse de ese agarre para ser sincéro con su jefe.

Quintos: Escucha Catriel, entiendo que es importante ser honesto en situaciones, en especíal en una como esta. (Lo miró a los ojos) Es importante expresar tus sentimientos de manera sincera y respetuosa; y la verdad...aprecio mucho tus sentimientos por mí y la pasión que muestras, pero necesito tiempo para reflexionar sobre mis propios sentimientos antes de responderte...adecuadamente.

Su jefe no dijo nada por unos segundos, solo lo miró con detenimiento.

Catriel: Claro, yo...lo comprendo perféctamente.

Quintos: Fantástico. Gracias.

Dicho eso se dirigió al jardín para empezar su práctica con armas pesadas, dejando a Catriel pensativo y deseando que ese encuentro sexual no se quedara solo en eso para Quintos.

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