Merry Cámeron es una joven de 22 años, que estudia en una universidad privada, pero con problemas más graves que muchos otros, su padre es un jugador y apostador sin contról que terminó en la cárcel dejandole deudas sin pagar, mientras que su madre...
Al día siguiente; ya eran las 6:00 pm y Merry estaba en el hospital.
Merry: Bueno, lo siénto, mamá, pero ya tengo que irme.
Fran: Comprendo, querida, pero dime, ¿a donde irás?
Merry: Pues...a casa de Hernán. Su padre esta en la ciudad y quiere conocerme.
Fran: Vaya, asi que...¿conoceras a tu suegro?
Merry: ¡Mamá, ¿pero que cosas dices?!
Fran: Oh, hija, se conocen desde que eran niños, me sorprende que aún no sean novios.
Merry: Jajja, pero...mamá...
Fran: ¿Lo vez? Si pudieras ver tu sonrisa te darias cuenta.
Merry: ¿De que hablas?
Fran: Cada vez que hablas de Hernán, es como sino hubiera otra cosa más importante en el mundo.
Merry: ...Mamá, Hernán y yo...solo somos amigos. Es algo imposible.
Fran: Claro que nó. No lo dirias si vieras la forma en que te mira.
Merry: ¿Él m-me mira?
Fran: Pero claro que sí, cada vez que te ve es como si viera la cosa más hermosa en el mundo, pero...también te mira como si fuera a matar a alguien por tí.
Merry: Y...¿eso es malo?
Fran: Mmm...eso depende del punto de vista.
Merry: Hm, por supuesto.
Fran: Dime, ¿que planeas usar?
Merry: Aún no lo sé.
Fran: Entonces...ve a casa, sube a mi alcoba y busca en mi guardaropa, es un vestido violeta. Estoy segura de que te quedará hermoso.
Merry: Gracias, mamá.
Se acercó para abrazarla.
Fran: Por nada, linda.
Merry: Bueno, ya tengo que irme, nos vemos.
Fran: Nos vemos, cariño.
~ ~ ~
Tardo 30 minútos en llegar a su casa, asi que apenas cruzó la puerta buscó el vestido, estaba guardado en una caja. Cuando lo revisó de arriba a bajo, se dio cuenta de que su madre tenía razón, era muy bonito.
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Como tenia tiémpo hasta que Hernán llegara, tiró el vestido sobre su cama y se ducho tranquila, queria dispersar todas esas teórias del "¿porqué el padre de Hernán queria conocerla ahóra?", asi que solo se relajó.
Ya eran las 7:30 pm, cuando el timbre de su casa sonó.
Merry: Justo a tiémpo.
Lo susurró para sí mísma, mientras habria la puerta.
Hernán: Buenas noches, amor.
Le dio un beso en la mejilla.
Hernán: ¿Ya estas lísta?
Merry: Sí, solo debo ir por mi abrigo.
Hernán: De acuerdo. Aquí te espero.
Solo fue por su abrigo, pero también para dejarle un poco de comida y agua a su gato.
Merry: Bién. Ya podemos irnos.
Hernán: Geníal. ¿Le dejaste comida a Manchas?
Merry: Si. Y también un tazón de agua.
Hernán: Fantástico. Por cierto, luces hermosa.
Merry: Gracias. Por fín voy a conocer a tu padre, no podia decepcionarte.
Hernán: Tu jamás podrias.
Eso la puso nerviosa, ya que recordó las palabras de su madre.
Merry: B-bueno...¿nos vamos?
Hernán: Claro, asi llegaremos ántes.
~ ~ ~
Tardaron solo 10 minútos en llegar a la mansión de Hernán. Cuando bajaron del auto notaron que Catriel, Quintos y Nick estaban en la puerta.
Hernán: ¿Acaso ocurrió algo?
Catriel: No, solo queriamos estar aquí para cuando padre llegara.
Quintos: Si quiéren pueden esperar adentro.
Hernán volteo a ver a Merry.
Hernán: ¿Te parece?
Merry: Sí, por favor.
Hernán: Esta bien. Bueno, nosotros lo esperamos en la casa.
Entonces subieron las escaleras.
Nick: Ah, dejenme abrirles la puerta.
Merry: Muchas gracias.
Hernán: Gracias, Nick.
Nick: De nada, chicos.
Pero ni siquiera llegaron a cruzarla cuando se abrío la reja y un auto negro entró por ella.
Nick: Parece que ya no podran practicar qué decir.
Hernán: No. Al parecer nó.
Uno de sus hombres se acercó al auto y abrió la puerta del asiento trasero. Y de ella bajó un hombre de unos 57 años, con un traje de marca.
Samuel: Váya, cuanto tiémpo. Por lo que se ve mucho a cambiado.
Los 3 se acercaron a él.
Catriel: Padre, bienvenido. Te hemos extrañado.
Samuel: Mentiroso. Apuesto que disfrutaste ser el jefe y mandarle órdenes a tódos.
Catriel: Jajaja, buenooo...sí, en parte es ciérto.
Samuel: Já. Eso creí. Siémpre te a gustado mandar.
Quintos: Señor, es un gusto verlo nuevamente.
Nick: Sí, su ausencia fue muy larga.
Samuel: Que puedo decir, mi salud no era la mejor. Además, se ve que han podido seguir sin mí.
Catriel: Hacemos lo mejor que podemos.
Al no escuchar una respuesta miró hacia atrás y notó que estaba mirando diréctamente a Merry, la cuál se notaba que estaba nerviosa. Y ántes de que pudieran decir algo, Samuel subio las escaleras y se quedo parado enfrente de Hernán y Merry.
