Capítulo 5

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Mientras tanto, en la autopísta.

Merry: ¿Cómo les fue con los "negócios"?

Quintos: Mmm...a decir verdad, bastante bien.

Merry: Que bueno, me alegro. Ya que Catriel debe estar más tranquilo.

Quintos: Lo está.

La miró de reojo.

Quintos: Y...¿como les fue a ustedes anoche?

Merry: ¿Eh...? ¿Cómo te enterast-...?Ohhh, tu hermano, Nick, ¿verdad?

Quintos: Hermanastro. Y si, él me lo contó.

Merry: Mmm...ya veo.

Quintos: ¿Entonces?

Merry: Pues...fue bastante bueno.

Quintos: ¿"Bueno"? ¿Que pasó? ¿No te complació lo suficiénte?

Merry: ¡Oh, ciérra la boca! Núnca volveré a contarte nada sobre nuéstras salidas, jajja.

Quintos: Esta bien, jajaja. Lo siénto.

Luego de que las risas de ámbos acabaron, llegaron a casa de Merry.

Merry: Gracias por traerme.

Quintos: No es nada.

Ántes de que se bajara del auto, Quintos tomó su brazo.

Merry: ¿Que ocurre? ¿Es algo malo?

Quintos: No, tranquila, todo esta bien. Solo queria decirte algo importante.

Merry: Ah, y...¿que es?

Quintos: Bueno, tu...le haces bién a Hernán, desde que lo conocí lo he visto siémpre algo "aturdido" por su família, pero contigo...se ve relajado.

Merry: Mmm...tal vez sea porque hemos estado juntos desde hace mucho, mucho tiémpo.

Quintos: Si, tal vez sea eso. Bueno, te dejo ir. Cuídate.

Merry: Claro. Nos vemos.

Quintos: Nos vemos.

Una vez que Merry se bajó del auto y entró a su casa, Quintos encendio el auto y se marchó.

Ni bien entró a su casa se encerró en su cuarto y se tiró en su cama. Miro el techo por unos cuantos minutos , hasta que de un momento a ótro...comenzó a llorar.

Merry: Y-yo...¿est-oy llorando...? ¿P-por qué...e-estoy llora-ndo...?

En ese momento su celular comenzó a sonar, distrayendola de sus pensamientos.

~ ~ ~

Cuando Quintos volvió a la casa se encontró con Hernán sentado en las escaleras de afuera.

Hernán: ¿Llegó bien?

Quintos: Si. No te preocupes.

Hernán: Fantástico. Gracias por llevarla.

Quintos: De nada. Fue un placer.

Entonces comenzó a caminar hacia la puerta.

Hernán: ¿Vas a hablar con mi hermano?

Quintos: Si. Hay algo que debe saber.

Hernán: Pues...deberias esperar.

Quintos: ¿Por qué?

Hernán: Es que...esta "ocupado".

Quintos: Oh, ya veo. Entonces esperaré.

Volvió a bajar las escaleras y se sentó junto a Hernán.

Hernán: ¿Como les fue en Nueva York?

Quintos: Bastante bien. Los jefes estan comenzando a pedir que tu hermano sea la nueva cabeza de tu família.

Hernán: Nuéstra família. Tu también eres parte de nosótros.

Quintos: No. No lo soy. Solo soy el "perro guardian" de tu hermano.

Hernán: Eso no es ciérto. Eres muy importante para nosótros. Y nos has tenido más confianza, en que podriamos manejar todo en esta família, que nuestro propio padre.

Quintos: Mmm...bueno, puede ser que tengas razón.

Hernán: Pero cláro que la tengo.

Ámbos rieron por ello, entonces Hernán apoyo su cabeza sobre el hombro de Quintos, mientras él comenzó a acariciar su cabello como si fuera un niño.

Catriel: Éy, ¿desde cuándo estan tan íntimos?

Tras escucharlo se separaron y lo miraron.

Hernán: Pues, yo siémpre he sido así de abierto con Quintos, que es más de lo que puedo decir de tí.

Catriel: ¿Por qué lo dices?

Hernán: Bueno, te a cuidado la espalda desde hace tiémpo y ni siquiera le cuentas cosas sobre tí.

Catriel: Su trabajo es cuidar mi espalda, ser mi guardaespaldas y nada más.

Hernán: Pero, hermano...

Quintos: Ya déjalo. Él tiene razón. Mi trabajo es protegerlo, para eso me paga. No para ser su amigo.

Hernán se quedo callado al escuchar a Quintos, ya que en parte sabía que tenia razón.

Jim: Vaya, no es normal ver una pelea doméstica con un doméstico reál, jaja.

Hernán: ¡Tú cierra la maldíta boca!

Jim: ¿Cómo te atréves a hablarme así?

Hernán: Esta converzación es entre nosótros, tú no tienes voz, ni vóto en esto. Además, esta es mi casa, asi que puedo hablarte como se me dé la gana.

Jim: ¡Escuchame bién, niño malcriádo...!

Catriel: ¡SUFICIÉNTE!

Ámbos se callaron al escucharlo.

Catriel: Espero que sea la última vez que le fáltas el respeto a mi hermano, si sábes lo que te conviene.

Jim: Pero, él...

Catriel: No me importa. Además, tiene razón, esta converzación es familíar. Tú no eres nada más que un prostitúto y no tienes derecho a meterte en esta discusión...y mucho menos a hablar mal de Quintos.

Jim solo desvió la mirada.

Catriel: Ya te pagué, asi que ahora lárgate de aquí.

Jim: Hm, de acuerdo. Adiós.

Una vez que Jim se fue, Hernán solo suspiró.

Hernán: Yo...creo que iré a descansar.

Entró a la casa y se fue dirécto a su cuarto. Una vez que cerró la puerta, arrojó lo primero que encontró contra la pared de su habitación.

Hernán: ¡Ash, ese maldíto idiota!

"Una família diferénte a las demás."Donde viven las historias. Descúbrelo ahora