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Una hora más tarde,después de tres margaritas, una extensa charla con nezuko y conversar con todos en la mesa, el ambiente era tan relajado y tranquilo que parecía que habían pasado unos cuantos minutos.
Sentado a mi lado giyuu se había comportado conmigo como el esposo tierno, amable y atento que en teoría era, y para mi no significaba ningún problema fingir que así era. Había descubierto que auque parecía reservado siempre había un tema de conversación cuando el estaba en la mesa, y siempre tenía una buena historia que contar y de la que yo podía aprender más de él.
Había descubierto que había viajado ya a los cinco continentes, que había hecho una maestría en el extranjero y que coleccionaba autos que tenia en un enorme garaje en casa de su madre.
Y yo no podía dejar de sorprenderme por todo lo que descubría de él.
Por supuesto nezuko también había presumido todo lo que podía sobre mi, mientras con algo de vergüenza había soportado las miradas de sorpresa de giyuu al conocer detalles sobre mi que no le había dicho.
Para entonces me encontraba explicándole a giyuu como rayos era que podía dominar cinco idiomas a la perfección cuando la música del lugar cambió y unas emocionadas tsutako,nezuko y hana se levantaron de su lugar y soltaron un gritito emocionadas.
-¡ay me encanta esa canción!-
-¡a mi también!-
-¡yo la adoro!-
Como niñas pequeñas se juntaron para mirar la pista y en menos de dos segundos tsutako jalo a hana y ya estaban dentro de ella, dispuestas a encontrar un lugar para bailar. A mi lado nezuko dio media vuelta para mirarme y me tomo de la mano para levantarme de golpe.
-¡a ti también te encanta esa canción, shinobu!-me jalo hacia la pista-¡vamos a bailar!-
La energía de nezuko me contagio de inmediato, y recordando las enormes ganas de bailar miré a tsutako quien ya se encontraba bailando y nos hacía señas para que fuéramos.
Entonces recordé a giyuu y voltee a verlo. Con una mirada que pedía permiso más que disculpas, sonreí ligeramente y obteniendo a cambio un simple asentimiento de cabeza y una sonrisa tranquila, me vi arrastrada a la pista por nezuko.
El lugar estaba tan lleno que nos vimos obligadas a juntarnos más y finalmente comenzamos a bailar. Al inicio comencé a moverme con algo de renuencia, siendo completamente consciente de mis movimientos y sobre todo de que a unos pasos cierto ojiazul que me ponía nerviosa probablemente me observava.
Pero poco a poco la música fue haciéndose más intensa y recordando lo mucho que me gustaba bailar comencé a moverme con más libertad y me deje empapar de la fuerte música.
Por dios, ya había olvidado lo bien que se sentía bailar.
En algún momento se unieron el novio de tsutako y sabito al pequeño grupo, y completamente inspirada por la música comenze a moverme sensualmente y sin inhibiciones.
