El rechazo

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"Me-me gustas Ranpo-kun" susurró Edgar tan bajito que casi el detective no lo escucha.

La oficina de la agencia se encontraba vacía porque todos estaban con sus respectivas misiones, estos últimos tiempos han estado un poco movidos para todos en la agencia, pero ese no es el punto de este problema, claro que no, se acaba de confesar.

Sus mejillas rojas y el corazón latiendo a mil por hora, la mirada baja y jugando con sus manos como muestra de la tremenda ansiedad y nerviosismo que sentía en ese momento. Los pocos segundos que el detective se mantuvo en silencio parecieron jamás terminar y ya comenzaba a sentirse abrumador aún más que la misma espera de la respuesta.

"¿Mmh?" dijo el detective levantando la mirada "no siento lo mismo, Poe-kun" respondió volviendo a fijar su vista al manuscrito que estaba leyendo mientras come sus dulces.

Hace muchos meses que el escritor descubrió lo que siente por él, no fue una tarea nada fácil asimilar el nuevo sentimiento que se apoderaba de su corazón y mente, se supone que el detective es su rival ¿no? 

Las frecuentes visitas que hacía casi diariamente a la Agencia Armada de Detectives para llevar manuscritos a Ranpo, con el tiempo terminó pasando lo inevitable, un día su corazón comenzó a latir y no se detuvo nunca más. Una vez que su corazón descubrió que puede latir el nombre de otra persona, el virus del amor se expandió hacia su cerebro y una vez que pensó en el detective ya no pudo sacarselo de la cabeza. Su mente no lo olvidó y cada día deseó ser más especial. Por ello trató de tener más de su atención, lo visitó más seguido, le regaló dulces, conversaron de cosas más allá que sólo libros y trabajo, resolvieron algunos casos juntos y fueron a cafeterías juntos. Pudo conocer y ser más cercano a su enamorado, pero Ranpo no mostraba reciprocidad alguna.

Por desgracia terminó enamorándose aún más del detective, a medida que lo conocía pudo notar más de un encanto y así de forma lenta y agridulce sus sentimientos evolucionaron.

Lo amaba tanto que no tener una respuesta a sus sentimientos se hizo doloroso pese a que en el fondo de su corazón sabía que no iba a ser correspondido, pero para superarlo necesitaba el rechazo y sentir que por lo menos lo intentó para luego seguir con su vida.

Una respuesta a sus sentimientos que le rompiese el corazón.

Cuando escuchó la respuesta solo pudo aguantar la sensación de su pecho apretado, sus ojos ardiendo y sus manos apretadas en puños en un intento de apoyo para contener el llanto. 

Saber que terminaría así no lo hace menos doloroso ¿Verdad?

Misión: Recuperar su amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora