Misión: Recuperar su amor

Ranpo

La luz cegadora vuelve a golpear mi rostro cuando la habilidad del escritor se desvanece. Reaparezco con su chaqueta sobre mis hombros; el olor de su perfume me transporta por un instante, haciéndome sentir en el cielo, como si realmente fuera él envolviéndome en sus brazos. Sin embargo, las voces de los invitados y la suave música del violín y el cello desde el salón me devuelven a la realidad. Apresurado, reviso los bolsillos del abrigo y encuentro una pequeña figurita de un mapache colgando de un manojo de llaves, su celular y un pequeño libro sin título.

Aún un poco desorientado, las náuseas se adueñan de mí. Siento el sudor frío recorrer mi piel y el aire escasear a mi alrededor. La música, antes lejana, se torna ensordecedora, y el bullicio de los invitados me abruma. Temblando, noto que mi temperatura baja; si no fuera por el abrigo, probablemente me estaría congelando.

De repente, siento una mano posarse sobre mi hombro, ejerciendo una ligera presión. Asustado, me vuelvo rápidamente. "Ranpo-san", susurra Atsushi, su voz llena de preocupación. "¿Estás bien?" Sin esperar respuesta, comienza a guiarme hacia la salida.

"Ranpo-san, huele a Poe. ¿Está él aquí?" pregunta, mirando a su alrededor con inquietud.

"Estuvo aquí", respondo, dejando escapar un largo suspiro. A medida que avanzamos por la inmensa mansión, las miradas de los demás reflejan su incertidumbre. "Antes de que empiecen a preguntar: sí, me atrapó y se fue con Doyle. Necesito saber dónde están y agradecería que me llevaran a su casa".

"¿De verdad dejó ir al objetivo?" exclama Kunikida, sorprendido.

"Él tenía su propio objetivo en mente", contesto, sintiendo que la tensión aumenta.

"Vaya, no me imaginaba que Doyle se presentaría con un plan", murmura Dazai, frunciendo el ceño. "Parece que se contactó una vez más con el escritor".

"¿Sabía que esto iba a pasar?" pregunta Atsushi, la confusión atravesando su rostro y una punzada de ansiedad recorriendo mis pensamientos.

"Tienen una historia complicada", responde Dazai mientras seguimos avanzando hacia la salida.

Mientras avanzamos, las luces parpadean, como si la mansión misma estuviese consciente de la tensión en el aire. A cada paso, mi mente se debate entre la confusión y el deseo de desentrañar lo ocurrido. "¿Qué pasó exactamente? No pude ver mucho antes de ser... atrapado", murmuro, tratando de recuperar los fragmentos de la memoria.

"Solo escuchamos un grito y luego todo se volvió un caos", explica Atsushi, mirando de reojo a los demás. "Pero luego, de repente, te vimos salir con su chaqueta. Eso nos preocupó."

La idea de haber estado bajo el control de Poe-kun me inquieta, jamás había usado su habilidad en mí sin antes pedir mi consentimiento. Ahora como un fantasma su perfume me persigue como si fuese el recuerdo de su ausencia, un recuerdo sobre lo cerca que estuve de él y cómo me lo arrebataron sin que yo pudiese hacer algo para impedirlo.

Al llegar a la salida, la brisa fresca me recibe como un respiro de alivio. La noche está tranquila, pero el murmullo de la fiesta se disipa lentamente a nuestras espaldas. "Lo acompañaré a casa", dice Atsushi, decidido. "No puedes quedarte solo después de lo que pasó".

Asiento, sintiendo el peso de la situación. "Gracias, Atsushi. Pero primero, necesito ir a casa de Poe-kun", digo, recordando el pequeño objeto que encontré en el abrigo. "Es clave para entender lo que realmente está sucediendo".

"Lo buscaremos", asegura Kunikida, lanzándome una mirada seria que me hace entender que esto apenas comienza. El juego entre escritores y objetivos puede ser peligroso, pero ahora, con la ayuda de mis compañeros, estoy decidido a desentrañar el misterio que se cierne sobre nosotros.