Si eres tú quien lo pide

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Deseaba verte, solo un poco.

Tengo el dinero suficiente para comprar una carpeta exactamente igual a esa, mierda,  podría comprar la fábrica.

Mis días sin verte se han sentido eternos ¿los tuyos también? He estado escribiendo y no me refiero a esas historias de misterio que tanto sé que te gustan, me refiero al tipo de cosas en donde hablo de mi desamor o cuando mi imaginación vuela termina siendo una historia corta de lo que mi mente imagina que pudimos haber sido. En ocasiones puedo sentir a mi habilidad cosquillear en mis manos por la sola idea de entrar en aquellos escritos y mentirme un poco viviendo esa falsa realidad escrita por mi. Pero aquel Ranpo-kun en el libro no serías tú y solo me haría más daño.

Cuando fui a buscar mi carpeta morada en donde te llevé el manuscrito cuando me confesé, quería verte. Mi lado más oscuro y malvado deseaba verte mal por mi ausencia aunque fuese un poco para sentir que soy aunque sea un poco importante en tu vida. La vida tiene la costumbre de no darme las cosas que deseo, así que no fue una sorpresa ver que estás completamente bien.

Aquel día, cuando te dije mis sentimientos me sentí insignificante y no solo por el rechazo, fue la facilidad con la que lo hiciste.

No sé qué me congelaba, si el frío de la terrible noche que caía opacando el antes claro cielo o el abismal silencio que se instala entre nosotros. No es que sea realmente importante saberlo si al final, ambos casos terminan conmigo teniendo frío hasta los huesos.

Sería un vil mentiroso si tuviera el descaro de decir que no te extrañaba, es decir, fueron meses de rutinas rotos de un dia a otro sin previo aviso antes del disparo final y por supuesto que he intentado mantener mi distancia cual animal que se aleja para lamer sus heridas en algún rincón tranquilo lleno de arbustos que puedan ocultarlo de ojos potencialmente peligrosos. Obvio hablo de mi hogar.

Como decía, sería una mentira de mi parte decir que no extrañé con todo mi corazón caminar juntos.

Escribir al respecto me ha sido de mucha ayuda, muy liberador, lo suficiente para decidir que lo mejor para mi y probablemente para ti es mantener mi distancia por lo menos unos meses para poder sanar y ser el amigo que tú desea que sea, claro, si aún deseas mi amistad después de todo esto. Es por ello que si debía congelarme para sentir su compañía una última vez, lo aceptaré con gusto.

"Y-ya llegamos, Ranpo-kun, fu-e un gus-gusto" te dije lo más rápido que podía. Con el dolor de mi corazón porque ya sabía que debía marcharme para no verte durante meses.

Quedarme más tiempo sería un error catastrófico para mi dañado corazón. Apenas te lo dije y ya estaba listo para correr de vuelta a mi casa.

"¡Espera!" gritaste y agarraste mi muñeca acelerando mi corazón en el proceso.

"Su mano está cálida, que alegría"

Pensé de forma automática. Me odio un poco por querer cuidar de ti, me odio un poco más por sentir alivio después de confirmar que tu temperatura había subido con la ayuda de mi abrigo en sus hombros y me avergüenzo del sentimiento de calidez que me invadió al verte una última vez usando una de mis prendas de vestir.

"¿Volverás?" preguntas en un extraño susurro lleno de vulnerabilidad que jamás he visto ni escuchado en ti, una voz demasiado frágil. Casi tan vulnerable como yo me siento a su lado.

¿Sabes lo que causas en mi? lo vulnerable que soy a tu lado, yo un criminal caminando al lado de un detective que podría decidir mandarme a la cárcel. "Soy vulnerable a tu lado porque te amo".

"¿Por qué lo eres tú?"

El ritmo de mi corazón se aceleró al solo pensamiento de ti extrañandome durante los días sin mi presencia a tu lado "¿Será que soy importante para ti después de todo?"

Necesitaba que fueras más claro, decirme exactamente a qué te referías, dime qué quieres o me crearé falsas esperanzas con las que no quiero lidiar.

La contradicción llenó mi cabeza y mi corazón una vez más. Ranpo, di que me extrañas y mi ingenuo corazón saltará una vez más hacia tus manos cálidas confiando una vez más en ellas. Por otro lado mi cabeza gritaba para que me aleje de ti para proteger al ingenuo de mi corazón de manos que han dejado en claro su deseo de no agarrarlo ni mucho menos cuidarlo.

"A visitarme" susurras "¿Volverás?" aclaras más fuerte.

"¿Será que me comienzas a querer?" pensé en aquel momento. Quizá mi ausencia ha hecho que te discutas o que por arte de magia descubras sentimientos antes ignorados hacia mi persona...¡JA! como si pudiese pasar, si esto fuese unas de mis historias terminaría contigo sacándome el corazón del pecho y escondiéndolo detrás de una muralla.

"¿Será que me extrañas?" Pensé por un segundo y mi corazón se aceleró en una melodía que se podía escuchar sin necesidad de estar cerca. Me quedé sin aliento y mis manos temblaron un poco. Ranpo extrañándome, "sí me extraña es que soy importante, no es necesario ser más que amigos. Solo con ser parte de tu vida es suficiente, si me das tiempo para superarte puedo ser su amigo."

"Si no me amas, espero que ames a alguien más y poder ver cómo consigues la felicidad, bien sé lo poco que te gusta estar solo"

"Oh, lo poco que te gusta estar solo"

"No nos extraña, solo no quiere estar solo"

Mi pecho se apretó dolorosamente y una vez más el ritmo disminuyó a uno más amargo, en un compás lento y doloroso. Nunca te ha gustado estar solo, yo solía visitarte a menudo, por lo que acostumbrarte a mi compañía diaria sería normal.

¿Me extrañas? a mi Edgar Allan Poe o ¿Solo no quieres estar solo?

Ni siquiera hemos hablado de ello "¿vamos a fingir que nada pasó?" ¿solo vamos a ignorarlo como si fuese una pesadilla? Tenía miedo de hacerte sentir incómodo y pensé que dandote tu espacio y tiempo para yo superarte estaríamos bien, pero quizá ni siquiera te ha importado, quizá solo me he sentido más importante de lo que realmente soy.

"¿Fue acaso mi confesión tan poco importante para ti?"

"No quisie-quisiera incomodar" susurré con la sensación de mi pecho apretado, con un nudo que se forma en la garganta.

"Vuelve..." dijiste tan suave y bajo qué fácil pude haber fingido no escucharte .

Unas enormes ganas de llorar se apoderaban de mi cuerpo, sentía las ganas de vomitar el nudo que se formaba en mi garganta, la presión en mi pecho no bajaba y mi mente se llenaba de más preguntas. Estaba tan confundido, tan roto y perdido, soy tan autodestructivo.

Bastó con ver tu rostro y recordar todas las tardes en la compañía del otro, todas las risas y cómo me llenas de felicidad los días. Bastó un segundo de debilidad para que mi corazón hablara una vez más tomando las riendas de la situación.

"Volveré" dije firmando la condena de mi muerte, soy débil Ranpo. 

Ante ti siempre lo he sido, incluso antes de yo darme cuenta. 

Quisiera llorar, no sé si de felicidad al pasar tiempo contigo una vez más o de confusión al no saber que piensas o sientes, quiero creer que soy por lo menos un poco importante en tu vida. 

Te quedaste en silencio sin siquera mirarme, así que simplemente me marché caminando primero a paso lento esperando un-no-sé-qué. Obvio no pasó nada así que caminé rápido por las calles oscuras solo siendo iluminadas por la luna y las estrellas, la oscuridad escondió las lágrimas que rodaron por mis mejillas, pero nada silenció los sollozos. 

Soy un desastre emocional y no te culpo por ello, porque "¿Cómo podría decir no si eres tú quien lo pide?"


Misión: Recuperar su amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora