Adiós Pirrup

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Al ver la postura agresiva a Stan, Kyle se puso en medio de los dos, era un sinsentido lo que hacían, los dos tomaron actitudes imprudentes, si, pero ese no era el punto de esta discusión, no sabía qué tan ebrio estaba Stan, pero al menos dialogar no le sería en vano.

-Miren bien, pelear entre nosotros no nos va a ayudar a salvarnos del diablo, en primera es ridículo quemar el bosque y en segunda si, es verdad que hay que asumir riesgos, pero tampoco podemos actuar de forma suicida.-

Los vio a ambos para después retroceder, era simplemente increíble, cuando Stan dejó South Park tenía la leve esperanza de que dejara de tomar pues ya no tendría tanta necesidad de usar su don, aparentemente hay cosas de las que no puedes escapar.

Notaba las miradas de Kenny durante el discurso, desvió la mirada de la ventana y en cuanto Gregory se sentó junto a Tweek su persona se retiró para estar cerca de las puertas, en cuanto revisó sus bolsillos frunció el ceño, había olvidado sus cigarros en la ropa que se quedó en Canadá, suspiró pesadamente, quería relajarse un poco con algo, giró su ser hasta los demás para apreciar como Pip se iba dejando a los humanos bendecidos, no impresionaba que Kenny fuera líder estratégico en el cielo, era muy listo. Ya con las cartas sobre la mesa era hora de que empezara a hablar, no tenía sentido guardarse más las cosas para sí mismo.

-Estamos en una iglesia, si van a pelear váyanse afuera. -

Les dijo al par que acababan de hacer una escena, con una expresión seria, que aunque no expresaba enojo se sentía pesada, si iban a estarse peleando entonces esto de salvar el mundo juntos les iba a salir de maravilla.

-En realidad es el pueblo el que esta infestado y, de hecho si, entró en ese bosque con un pelirrojo, y eso solo confirma una cosa; sus amantes también están aquí, deben haber sido ellos quienes prepararon el bosque, está cubierto por espesa sombra que no me permite ver el interior, y si hablamos de la casa de Greg...-

Recordó aquel día en que todo se incendió hasta los cimientos, aún conservaba el rosario de plata, tendría que devolvérselo pronto.

- El hizo un hechizo de destrucción antes de que todo se quemara, pero lo curioso es que no vi la casa reconstruida ni nada, en realidad, no vi nada. -

Se cruzó de brazos pensando en la situación, uniendo puntos y sacando conclusiones.

-Deben haberse ocultado y hechizado el bosque con magia negra, pero si algo tengo claro es que ninguno de ustedes debería pisar ese bosque, es una trampa clarisima. -

Miró hacia afuera, habían "gatos, murciélagos y lechuzas" mirando disimuladamente desde la distancia, esas cosas no eran animales, rodó los ojos y miró el cielo, las estrellas estaban radiantes a pesar de la situación.

- Dicho esto, nuestra mejor opción es obligarlos a salir, ¿Pero cómo querido Kenny? ¿Cuál es tu plan?. -

...

Percibía muchas emociones encontradas en Kenny, esperó que le respondiera, sinceramente esperaba una afirmativa sin embargo la virtud empezó a expresar su punto de vista, prácticamente lo hizo entrar en conciencia de lo grave que era la maldición y el sufrimiento al que se sometían los elegidos que no estaban protegidos, apretó sus labios procesando cada punto que se le presentó mientras veía al contrario caminar entre todos los presentes y no podía evitar repetirse "tiene razón" una y otra vez, ¿Desde cuando se volvió un pequeño cobarde? Lo había sido toda la vida, cuando destrozaban su cuerpo ejercía la menor resistencia con la esperanza de que no fueran tan crueles con él, siempre tan sumiso y asustado, llorando y rogando porque el dolor se detuviera, mientras ellos querían detener su propio dolor, ellos no pedían una solución, pedían fuerza para solucionar sus problemas por sí mismos, eran guerreros.

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