Hippies del infierno

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Caminaba en su forma humana por el pueblo, tratando de reclutar a sus amigos y avisarles su situación.

Primero dio con la chismosa de bebe, la había extrañado de cierta forma, siempre le sorprendió lo rápida que era esparciendo información.

De la nada contacto con muchos de la banda de los "hippies del infierno", así se hacían llamar.

Eran simplemente demonios y criaturas del averno que apreciaban la vida y les gustaba convivir con humanos u otros seres en paz, condenados por pecados menores y nocivos para uno mismo, el ejemplo más obvio son los pecados capitales. Tal como describía la divina comedia y las lenguas viejas.

Eran demonios pacíficos en resumidas cuentas.

Caminan juntos un rato, riendo y hablando de trivialidades. Se dirigían a algún lugar donde puedan hablar tranquilos.

Llegaron a una pequeña plaza con mesas y sillas algo destruidas por el poco mantenimiento.

No tardaron mucho en resumir la información, como ellos tambien vivieron en el infierno desde hace siglos sabían del harem morboso del principe y de la maldición. Pero no que Kenny y los últimos dos de la línea estaban ahí para detenerlo.

Claramente algunos estaban incómodos, no sabían cómo sentirse, incluso Scott siseo con algo de pánico para que siguiera hablando.

– Desde ayer que no los veo, pero como está la situación van a actuar pronto, cualquiera de las dos partes. Quería preguntar si me ayudarían a ayudarlos. -

No había negativas en ninguno, pero tampoco decían que se unirían a la causa. No los culpaba, Damian daba miedo y habían vivido tan bien por medio siglo que daba vértigo abandonarlo todo.

–No debemos ser los únicos demonios que están en contra del principe. Desde que murió Satán todo callo en manos de ese tipo y por eso corremos a la tierra. Debemos pensar como anarquistas. -

Siguió hablando pero como no tenía idea de lo que pensaban ninguna de las partes no pudo hacer mucho, tenía que hablar con Tweek y su banda para acordar que debían hacer...pero no pronto.

...

Un ángel, así le decían los chicos que querían ligar con ella normalmente, y puede que lo haya sido alguna vez, pero estaban rotundamente equivocados, esa vida no era divertida, e hizo lo que se le vino en gana hasta que no le permitieron subir más, ¿No era gracioso? Igual al día en que sus padres la echaron de casa.

Ahora mismo estaba caminando con su pandilla, usando ropa y maquillaje oscuro que contrastaba con sus ojos claros y cabello rojo brillante, casi artificial, pero podía asegurar que todo en su ser era natural, su vida tranquila en el pueblo caótico de South Park estaba siendo interrumpida por el posible fin del mundo y eso era una completa basura, pero su "querido primo" estaba ofreciendo en plan jodidamente suicida, lo pensó y lo pensó y se dijo a si misma ¿porqué no? En esta vida inmortal nunca se toman suficientes malas decisiones.

–Bueno, ¿Qué carajo? Estoy dentro, ese psicótico no me va a arruinar esta buena vida. -

Se acomodó el cabello hacia atrás, pensando muy bien todo aquel asunto, estaba en donde estaba porque odiaba que le dieran ordenes, en la historia de la humanidad se habían echo un sin fin de rebeliones, revoluciones e independencias, y si tenía que forjar una en el infierno para que nadie controlara su accionar lo haría.

...

Terminar de convencer a los demás no fue tan difícil, después de que Rebecca haya accedido, inmediatamente lo hicieron bebe y Dog poo. Sucesivamente todos terminaron accediendo, el ser básicamente inmortales hace que el miedo a la muerte te hace automáticamente marica.

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