Batalla de las bandas Hippies vs Pocket

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Dejó su escondite tras ver como Bebe era derribada como una simple mosca por una mujer rubia que tenía la apariencia de una Barbie de pesadillas; era la bruja. Fue en auxilio de su amiga y afortunadamente esta no parecía herida de gravedad, más esto no duraría mucho, ya estaban en la mira de los jodidos perros infernales y sombras enormes con dientes. Sus alas negras se extendieron mientras su arma se formaba en sus manos, una larga guadaña, una herramienta que se supone usaba para cosechar y traer almas cuando era una potestad ahora era de guerra, no le importaba mucho y en cuanto estaba lista todos los demonios estaban reunidos y preparados para atacar.

– Qué analogía de mierda Dog, tiene sentido que tú lo hayas dicho.-

En cuanto sus enemigos avanzaron ella empezó a hacer sus maniobras, danzando con la guadaña para despedazar a todas esas cosas agresivas, cuidándose las espaldas entre todos, lastimosamente recibió un rasguño en una pierna por parte de un maldito perro en llamas, al cual decapito de un movimiento y este se hizo simplemente cenizas.

– Por esto prefiero los gatos.-

Se quejó sin bajar la guardia, los estaban atacando muchas cosas al mismo tiempo y dos de los amantes estaban acaparando a los ángeles, ¿en donde mierda estaba el tercero?.

Craig suspiraba agotado, le sobraban las ganas de abandonar ese lugar, pero no lo hacía por sus amigos. Quería sobrevivir y ayudar a Tweek a sobrellevar su situación.

Solo tenía el apoyo de Gregory, nadie entendía las necesidades de Tweek, el abrazo constante, palabras ridículas, consuelo bizarro.

Vuelve a suspirar, esquivaba los ataques de los perros. Se le dificultaba matarlos porque amaba a los animales, se encargaba de las sombras normales.

Todo iba relativamente tranquilo, hasta aprovecha seguir tirando fuego al azar.

No había hecho muchos destrozos, era el más lento del grupo. Pero era más fuerte, de un solo golpe podía talar un árbol.

En el incendio había dejado de jugar con sus amigos para salvar a las ardillas de sus madrigueras y espantar a los animales confundidos para que no murieran ahí.

Todo era divertido y bastante tranquilo, tenía la sensación de que todo iba a cambiar muy rápido, para mal.

Y efectivamente.

Ahí estaba su problema

...

Con la distracción de Tolkien aprovecha y se escabulle al bosque quedando escondido entre los matorrales.

Empieza a deformarse y transformar su cuerpo para pasar a ser una bestia larguirucha y huesuda. Con grandes garras y dientes de conejo.

Sus ojos estaban rojos, como brillantes rubíes filosos que amenazaban con despedazar a quien sea sin cuartel.

Tenía una sonrisa macabra y horrible, podría causarle escalofríos a quien sea.

Caminaba en cuatro patas, avanza buscando a sus objetivos. Gruñía y ladraba sonidos guturales, avisando de su llegada.

Todos los demonios estaban allí, los había encontrado. Estaban en una ronda peleando con los perros de Tolkien.

Se quedó allí quieto, acechando a sus presas. No se da cuenta que es visto, el grupo de hippies se queda tenso. Tan indefensos contra él, aunque esta vez no iba a subestimar a nadie.

No cometería el mismo error dos veces.

Se lanza sin contemplaciones y lanza zarpazos a diestra y siniestra. Dió algunos golpes certeros, recibió otros. Parecía que la pelea podría ser larga.

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