Los borrachos siempre dicen la verdad ¿no?

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-Narra Amelia

El alcohol ya estaba haciendo efecto y aun así sigo fallando en mis intentos de callar mi mente para no pensar. Esa llamada me había hecho daño, una vez más ella me había hecho daño.

Pero no todo era malo o al menos eso creo... Ese momento en el piano con Hailee había sido otra cosa. Me sentí en paz al poder escuchar su voz siguiendo el compás de la melodía, ahí solo fuimos nostras y nadie más. Aunque siento que el alcohol me soltó un poco la lengua y hable demás después de terminar de tocar.

Los tragos fueron pasando uno tras otro, tenía una mezcla de pensamientos y sentimientos encontrados que solo me estaban lastimando. Detesto que alguien tenga tanto poder sobre mi estado de ánimo... ¿Para qué me llamó? ¿Por qué quiere seguir haciéndome daño? Y sin olvidar el puto hecho de que Hailee y Matthew ya formalizaron... ¿Por qué no se calló su pregunta? Definitivamente no quería saber si ya habían hecho algo o no. Qué molesto es todo esto,  se suponía que iba a ser una buena noche... Parece que me equivoque.

Me siento demasiado mareada a este punto, incluso empece a tener monólogos internos debatiendo que es lo que pasa realmente con Hailee, que es eso que está pasando con ella, que me está afectando a unque aún sienta cosas por mi ex.

Estoy sentada en la barra del bar con mis perros cuidándome como si mi vida corriera peligro, son unas ternuras los amo. Ya estoy en un punto que todo se está volviendo negro, necesito ir a mi cuarto a descansar, pero ni me puedo mover bien... es hora de pedir ayuda.

Llamo a Jessy y ella se acerca poniendo una cara de preocupación al verme en ese estado.

-Jess... N... Necesito ir a... mi cuarto- Me cuesta demasiado hablar, tengo que pensar muy bien cada palabra de mi boca para poder comunicarme.- Me... Me siento mal.

-Dios Am, ¿Cómo mierda fue que terminaste así?- trata de levantarme del asiento- Ven, vamos a recostarte.

Como puede me levanta y hace que yo apoye mi peso sobre ella y vamos de camino a las escaleras pero ella se detiene un momento.

-Necesito ayuda, no voy a poder subir sola a la borracha esta.- Yo ya estaba fuera de sí, pero escucho la voz de Hailee ofreciéndose a ayudar a mi hermana.

-Vamos, yo te ayudo.- Hailee apoya el resto de mi peso en su lado y con mucha dificulta vamos subiendo las escaleras.

- Mira que si es pesada tu hermana Jessy.  -Ni me lo digas, parece delgada, pero tiene unos huesos bien pesados... Qué hija de puta, ni me di cuenta en que momento bebió tanto.- Terminamos de subir las escaleras.

Mi cabeza da demasiadas vueltas, creo que por fin estoy en mi cuarto. Muy en el fondo escucho a Jessy pidiéndome que me acueste. Meto mi cabeza en la almohada tratando de calmar la sensación de mareo. Juro que no volveré a tomar así.

Escucho que ya se van, pero no quiero estar sola. Jessy estaba terminando de ponerme la sabana para que pudiera estar más a gusto, necesito compañía, quiero que Jessy se quede conmigo. Logro balbucear algunas palabras para pedir que Jessy se quede.

-Porrr fav... Qu... quédate.- Dios que horrible es hablar asi- N... no quiero estar... sola.

-Está bien, me quedaré.- Ella se acuesta conmigo y yo por instinto la abrazo y me escondo en su pecho buscando refugio para sentirme más segura. Poco a poco siento que alcohol va apagando mi mente y empiezo a sentir como me voy desconectando de todo, aunque siento mi yo borracho aún no está lista para ir a dormir.

-Narra Hailee:

La noche había tomado un giro inesperado. Yo no lograba sacarme de la cabeza las palabras de Amelia, quiero creer que se refería a otra cosa, pero esperaba que no fuera así.

Destino InciertoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora