El miedo a perder a alguien

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-Narra Hailee:

Amelia se había ido dejándome sin poder decir una palabra, quería matar a Cameron por su exceso de confianza y a mi misma por no haber reaccionado a tiempo.

Me sentí perdida, su expresión fue de dolor, le había dolido lo que vio y a mi me dolió más verla así y ser yo la causante de ese dolor.

La sesión de fotos inició y yo no tenía cabeza para más nada, me tuve que aguantar las ganas de llorar en todo momento y fingir una sonrisa para que nadie hiciera preguntas.

No entiendo como no reaccioné antes, tampoco me esperaba eso de Cameron ósea no habíamos terminado mal cuando la relación se acabó pero nunca dejé la puerta abierta para que el pensara en hacer algo así. Dios porque estás cosas me pasan a mi, me siento horrible y lo peor es que después del drama que arme por Dua resulte siendo yo la que la cago por completo, aunque tampoco es que la actitud de Amelia haya sido la más madura del mundo.

Espere a que terminara la sesión de fotos para tomar mi teléfono y llamar a Amelia, miren que lo intente un millón de veces pero siempre caía a la contestadora, le mande miles de mensajes que no los respondía y llegaron a punto que ya ni los recibía.

Cuando salí de la sesión de fotos me sorprendió ver a un chofer esperándome para llevarme pero con órdenes explícitas de que me llevara directo a mi casa cuando yo quería ir a casa de Amelia, así que me tuve que esperar a llegar a la mía para coger a Martini y Brando para luego irme en mi carro hasta casa de lo que aún quiero pensar que es mi novia.

Volví a intentar en llamar y aún seguía sin caer la maldita llamada, veo mi reloj y ya son las 6 pm y aún no tengo respuesta o señales de Amelia, me di una ducha rápida y salí si casa esperando encontrarla ahí.

Maneje lo más rápido que pude, en un lapso de 30 minutos como máximo, en lo que llegue pude ver que no estaba su auto.

-Mierda...- maldije golpeando el volante- ¿donde mierda te metiste?

Estacione el auto, tome a los perros y entre a la casa dando gracias al universo que ya yo tenía todo el acceso dejándome entrar sin problemas.

Lo primero que hice al llegar fue dejar a Martini con Dante y Zaphir, ellos no le hacían nada pero Brando aún estaba muy chico para dejarlo por ahí solo con esos tres. Subí al cuarto para ponerme algo cómodo como un pijama pero lo primero que vi fue el oversized hoody de Amelia y terminé poniéndomelo porque tenía aún su aroma en el haciéndome sentir un poco mejor.

Baje de nuevo las escaleras y me dirigí a la sala, por alguna razón la casa se sentía vacía, no se si es porque me siento sola o porque necesito desesperadamente ver a Amelia cruzar con su hermosa sonrisa la puerta de nuevo diciendo que está en casa y eso me está empezando a desesperar.

Fui a la cocina y tome un vaso de agua, trate de nuevo de llamar y aún nada, me puse a pensar más las cosas revolviéndome de nuevo todo por dentro, no puedo seguir así ya las ganas de llorar habían vuelto y lagrimas empezaban a correr por mis mejillas, necesito hablar con alguien, necesito saber donde está, esta angustia me esta matando...

Entre la desesperación decidí llamar a Ella, necesitaba hablar con alguien sobre lo qué pasó, mi amiga muchas veces resulta en ser la voz de la razón ayudando a calmar mis miedos y en lo que marco su número a los segundos escucho como atiende al otro lado de la llamada.

-hola Haiz- dice Ella con un tono de voz alegre - ¿cómo estás?

-Ella... ¿puedes venir a casa de Amelia?- hablo tratando de controlar el llanto sin éxito alguno- Estoy sola y necesito compañía.

-¿Hailee qué pasa? ¿Por que estás llorando? - Al escucharme mi amiga se alerta- ¿Donde está Amelia?

-No se Ella, no quiere hablar conmigo y no se donde está- me termine de quebrar dejando todo el llanto salir- por favor, ven.

Destino InciertoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora