-Narra Amelia:
-Dame tu mano- Hailee ordena y yo se la doy en lo que ella empieza a amarrarla con una tela en forma de soga- Ahora la otra
Hailee se estaba tomando su tiempo para hacer su trabajo amarrando mis manos para luego llevarme al espaldar de la cama y amarrarme ahí también.
-Ehh amor- empiezo a ver los amarres de las sogas en mis manos- si quieres retenerme acá, no creo que esto sea lo más efectivo...
-Te quiero ver intentando zafarte de eso- sonríe orgullosa- No vas a salir fácil de esta-Que linda se ve creyendo que estos pedazos de tela mal amarrados me van a retener...ternurita.
Honestamente, no se exactamente cuál es la definición que Hailee tiene en su cabeza de reconciliación pero esto está empezando a ser divertido, vamos a ver si logra su cometido.
Luego de terminar con mis manos se vuelve a acomodar bien encima de mis piernas y procede a colocarme la venda que hace unos momentos tenía en las manos negándome cualquier tipo de visión sobre ella.
No sabia que seguía ahora, solo podía sentir el movimiento de Hailee sobre mis piernas y las pequeñas risas que de vez en cuando podía escuchar entre todo su movimiento y la curiosidad me estaba ganado un poquito pero en eso siento como algo empieza a rozar mi piel, supongo que por lo suave de la textura deben ser sus manos, el toque era bastante sutil pero aún se sentía con claridad.
El toque iba desde mi brazo derecho bajando poco a poco llegando hasta mi hombro pasando por mi clavícula, luego empezó a subir por mi cuello hasta detenerse en mi mentón para hacer subir mi rostro.
Empecé a sentir la respiración de Hailee mezclándose con la mía, sus labios empezaban a rozar los míos haciéndome querer besarlos pero en cada intento en el que se hice hacerlo ella me esquivaba haciéndome soltar gruñidos cada vez que eso sucedía, pero dándole momentos de satisfacción a la castaña que estaba sentando en frente de mi.
-Hailee las reconciliaciones se empiezan a partir de besos ¿sabias?- le digo lamiéndome los labios- no puedes pasar la noche entera evadiéndolos.
-Tu no me vas a tocar aún- dice con voz seductora acercándose a mi oído - no hasta que me supliques que te haga mía.
La cercanía de su voz produce un escalofrío que recorre todo mi cuerpo, inconscientemente mi espalda se tensó por la sensación que me invadía.
-Joder...- Se me escapa un suspiro- te estás tomando muy personal lo del restaurante Haiz.
-No solamente lo que hiciste en el restaurante amor- Se ríe mientras que su mano empieza a recorrer mi cuerpo sobre la bata- También es por lo de antes de eso.
Vaya que me salió rencorosa la mujer.
Su mano seguía haciendo su recorrido, ahora desde mi abdomen hasta mi pecho, donde con un dedo baja la tela que cubría mi seno derecho y con mucha agresividad es llevado a su boca para empezar a succionarlo.
Un pequeño gemido sale mi boca sintiendo como los labios de Hailee hacen su magia al succionar con ganas la piel de mi seno, para luego sentir como su lengua hacia círculos alrededor de mi aureola haciéndome sentir divinamente en el proceso.
Esto resulta excitante, ella estaba probando ser algo más agresiva, tratando de sobrepasar mi nivel de dominancia en la cama, es algo que me gusta que intente porque de vez en cuando necesito de esas atenciones y que me hagan sentir que pueden mantenerme controlada y someterme ¿a quien no le gusta eso de vez en cuándo?... Solo espero pueda lograr hacerlo, me resulta algo complicado a menos que entre en modo pasiva cuando de verdad quiero serlo y hoy no era exactamente ese día.
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Destino Incierto
Fiksi PenggemarLa historia sigue a dos mujeres muy diferentes, que se encuentran en la ciudad de Los Ángeles. Por un lado, está Hailee Steinfeld, una exitosa actriz y cantante que ha alcanzado la fama y el reconocimiento mundial gracias a su talento y perseveranci...