La invocación

Capitulo 19

Bromas de Ángel Dust

La princesa seguía profundamente dormida después de gastar toda su energía en mostrarle su miserable vida al demonio radio. Vaggie estaba furiosa, asustada, preocupada y angustiada.

Lo único que le importaba a ella en este miserable hueco era que su pareja esté sana y salva.

Alastor se quedaría junto a ella hasta que se despertara, era un caballero pero también tenía interés por algunas duditas que tenía por ver su futuro, su gran futuro.

Ya a la media noche, la rubia se despertó porque tenía hambre, al abrir sus ojos noto como una silueta estaba sentada en un sillón de su habitación. Siempre que se enfermaba o debilitaba Vaggie era la única que se quedaba a su lado así que la rubia iría a despertarla como todas las veces, se levanto de su cama con sigilo, camino de puntillas al sillón, cubrió su boca por la risilla que se le escapó de la emoción, se inclinó un poco para besar a la figura en los labios y de pronto dos ojos rojos se abrieron de golpe y la miraban fijamente.

Perdón!!!-grita la rubia mientras se reincorpora y retrocede-pensé que eras mi novia...-abre los los ojos de golpe-no quiero decirte que eres mujer, eres hombre y alguien muy guapo...perdón...digo...-super roja se cubre el rostro-

No digas nada querida...-el demonio radio se levanta con cuidado y camina hacia ella- a la próxima mejor fíjate en lo que haces y a la persona que lo haces...-sonriendo camina a la puerta para salir de su habitación-como ya te veo mejor me retiro para que descanses como se debe querida...

El demonio radio abrió la puerta para poder salir y dejarla sola pero una voz lo detuvo de golpe. Se gira sobre sus talones y observa a la figura femenina que se acerca.

Alastor yo...cumplo con mi palabra...-extiende el libro con el símbolo del demonio radio en la portada-te entrego el libro por solo un día... que empezara a las 6 a.m. de la mañana-con una tierna sonrisa cierra la puerta de su habitación-

Muchas gracias querida...-riendo mira la portada del libro y camina a su habitación para pasar toda la noche descifrándolo-

Lamentablemente no supo de una pequeña cláusula en esa petición. Charlotte le lanzó un juramento al libro del demonio radio, ese hechizo impide que él y otros demonios puedan abrirlo. Es decir, tenía el libro, pero no podía leerlo porque no lo tenía permitido. Muy molesto lo arroja a una esquina donde la sombra observa ese objeto con curiosidad. Gira como un perrito al encontrar un hueso, un juguete o una ramita de su agrado. No podía tocarlo ni atrapar la sombra de este. Le era imposible hacerlo.

Los dos molestos se quedan mirando la puerta con enfado y observan como la silueta de la rubia aparece debajo de la puerta con sus dos grandes cuernos y sus ojos rojizos, los observa y les saca la lengua para burlarse de ellos. Empieza a caminar por la habitación, toma la sombra del libro y juguetea un poco con este, lee algunas cosas y hace algunos hechizos que solo el demonio radio conocía.

Ahora los cuernos cambiaron por dos orejitas de ciervo y la sombra se giró para observar una preciosa colita esponjosa. Emocionada mueve su trasero y mira como la cola se mueve. Deja caer la sombra del libro, les lanza un besito a ambos y desaparece para seguir a su dueña.

Ahora tu y tu sombra se burlan de mí princesa -murmura Alastor observando a la nada- pero en el futuro te veo acostada suplicándome que te permita vivir y ayudar a tus súbditos...para liberarlos de mis garras...

La rubia se lleva una gran montaña de comida a su habitación para recuperar la energía que perdió. Contenta observa como su sombra, que muy rara vez aparece, se sienta a su lado y le enseña sus orejas suaves y su colita esponjosa. Las dos se ríen por ver las caras de los dos hombres y solo se acuestan para descansar. Al cerrar los ojos, se unen en una sola y descansan plácidamente.