-Nos turnaremos debidamente para que ellos no se acerquen a Konoe -era extraño ver a los Sakamaki y los Mukami en una misma habitación sin que se estuvieran matando con la mirada, pero ya el tema era delicado en sí para ponerse con niñerias como lo es la rivalidad entre los sangre pura y los impuros-. Jade estará todo el tiempo conmigo, así evitaremos que la usen a ella para atraer a Konoe -Jade se sonrojo al escuchar a Reiji decir eso, sabía lo que pasaba en su mente, podía leerla como un libro abierto.
-Bien, será mejor que por hoy el Ganado vaya a nuestra mansión, para que se vaya familiarizándo con ella -propuso Ruki en el momento que se levantaba de su asiento, entre él y Reiji se enviaban miradas cargadas de desprecio, las cuales eran bien disimuladas por su actitud perfeccionista.
-Me parece buena idea, ve a alistar una muda para tres días, además del uniforme -me ordenó Reiji mientras se ajustaba los anteojos, asentí levemente para después irme a mi habitación con Jade detrás de mi.
-¿Por qué no me quieren decir nada? -mencione estresada, sólo me llamaron para decirme como sería mi vida de ahora en más, cada tres días debo estar en cada mansión, en realidad no se el motivo del porque esto, pero no quiero un sermón de Reiji, por lo que prefiero mejor callar.
-Debes de pensar que es por tu bien -mencionó Jade mientras escogía mi ropa-. ¿No tienes nada de otro color que no sea negro?
-No.
-Que poco versátil eres -le saqué la lengua en reproche-. Tendré que darte aunque sea una blusa -suspiro cansada mientras salía de la habitación.
Comencé a meter en la maleta las mudas que Jade había preparado, además de uno de mis uniformes y algunos libros, me dirigí a la mesa de noche donde saqué la pequeña daga que me había dado Subaru, suspire en el momento que la hecho en la mochila.
Me sentía patetica, hacia tanto que no tenía un conflicto en mi interior, en realidad nunca he tenido un conflicto conmigo misma, nunca me habían gustado dos chicos.
"No puedes elegir"
Me queje por el repentino dolor de cabeza, se me había olvidado el tomar la pastilla, me acerque al frasco e ingeri la pastilla sin agua, debía tranquilizarme, pero todo lo que sucedía tan de repente no ayudaba mucho.
-Muy bien, aquí traje estas dos -volví a ver a Jade, la cual venía con una blusa de manga larga de color blanco y una falda olgada de color azul-. Y no me dirás que no.
-Jade, no es necesario.
-Claro que lo es, no se cuando podramos volver a hablar con normalidad como lo estamos haciendo ahora, eres... eres mi única amiga, Konoe, no quiero perderte -podía ver las lágrimas de Jade salir de sus ojos negros, eso me partió el corazón, no entendía que era lo que sucedía, pero sabía perfectamente que Jade estaba sufriendo por ello, me acerque a ella y la abrace con fuerza, ella me correspondió el abrazo-. Konoe, prometeme que te vas a cuidar.
-Enana loca, vamos a estar siempre juntas, hasta el día en el que te cases con Reiji y se vayan a vivir juntos -pude ver un sonrojo aparecer en sus mejillas, esa era la Jade que conozco.
-Espero que tu corazón se componga en este tiempo -me pellizco la mejilla, comencé a reír nerviosa.
Metí la ropa que Jade me había prestado en la maleta para después salir de la habitación junto con Jade.
Bajamos las escaleras encontrándonos a todos en el recibidor, suspire de manera sonora para después acercarme a Kou el cual me tomo de los hombros con una sonrisa.
-Muy bien, nosotros nos retiramos -se despidió Ruki, me acerque a Jade para darle un abrazo de despedida.
-Cuidare -susurro, asenti levemente, para después ver a Subaru, el cual no se atrevió el verme a los ojos, pase cerca de él para poder susurrar un "Hasta luego" el cual no fue correspondido, me lamente un poco para después seguir a los Mukami.
-Me alegra que vinieras con nosotros, M-neko-chan -me comenzó a hablar Kou en el momento que la limusina comenzó a andar, yo sólo miraba la ventana, aún no dejaba de llover-. ¿Estas preocupada por Koneko-chan?
-¿Por qué no me dicen nada? -volví a ver a Kou, él miro a Ruki, el cual cerro su libro para volverme a ver.
-Aún no te puedo dar todos los detalles, Ganado, pero debes de saber que estas en peligro.
-Sólo cierra la boca y has lo que te decimos, Cerda -mencionó enojado Yuma.
No me gustaba está sensación, el sentirme impotente y vulnerable, no me gustaba, siempre he sido yo la que protege, nunca me protegian, y nunca deje que me protegieran.
-No llores -me hele al sentir a Kou acariciar mis mejillas-. No me gusta verte así, me gusta más la impotente Konoe -susurro en el momento que lamio mi mejilla para desaparecer el rastro de las lágrimas silenciosas que habían escapado de mis ojos.
Reaccione recordando el lugar en el que estaba, empujando a Kou lejos de mi con las mejillas sonrojadas.
Yuma y Ruki me miraban de medio lado, mientras que Kou sonreia, sus miradas eran intensas, incluso más que la de los Sakamaki.
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-Ya llegaron... pensé que... se tardarian... más... -entramos a la mansión, era un poco más pequeña que la Sakamaki, pero sin abandonar el mismo estilo rústico-. Bienvenida... Konoe... ¿san? -me saludo Azusa el menor de todos.
-H-Hola... -salude algo nerviosa, sin duda me desesperaba la forma en que hablaba.
-Kou, lleva al Ganado a su habitación -fue todo lo que dijo para continuar leyendo su extraño libro azul.
Seguí a Kou por los pasillos de la mansión hasta llegar a la que sería mi habitación, era igual de espaciosa que la de la mansión Sakamaki, sólo que está vez era de paredes blancas, demasiado blancas para mi gusto.
-¿Sucede algo, M-neko-chan? -me pregunto curioso al ver que no daba un pasó dentro.
-Son muy blancas -fue todo lo que dije para después entrar a la habitación y dejar la mochila sobre la cama.
-Se que algo te molesta, sabes que puedes confiar en mi.
-¿Me dirás lo que sucede? -Kou volvió su mirada a otro lado-. Eso creí.
-No podemos decirte nada, Konoe, entiende.
-Sí, entiendo, pero por ahora... -volví a verlo-. Quisiera estar sola.
-Está bien, descansa, te veré mañana -fue todo lo que dijo para besar mi frente y salir de la habitación.
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Dark Fate [Diabolik Lovers]
FanfictionFanfic: Diabolik Lovers Nunca considere que fuera una chica "normal", la mayoría de las veces soy muuuuy agresiva, odio que me pongan sobrenombres, y mucho menos que me traten como un objeto. Pero jamás pensé que mi actitud y mi forma de vida cambia...