Tres años, habían pasado tres años desde que nos fuimos de Japón y volvimos a Gran Bretaña, mis hermanos lograron desterrar a Karl Heinz de su puesto, sin quitarle los privilegios a sus hijos, esto último a petición mía; no muchos del consejo estuvieron de acuerdo de mi presencia, ya que al principio solo tenia los ojos de la familia, por lo que no confiaban mucho en mí, incluso ahora no soy muy aceptada por los antiguos ancianos.
-Esos tipos no son de mi agrado -menciono molesta Shientsu, me sentí mareada por un momento provocando que me apoyara contra el mueble más cercano-. ¿Konoe? ¿Estas bien?
-Sí, no te preocupes -mire mi reflejo en el espejo, mi cabello azul se había vuelto de un color blanco con azul en las puntas, parecido al de mi hermano, además de que mi piel se había vuelto más pálida que antes.
-Claro que no estas bien ¿cuántos años has estado sin beber sangre? Ni siquiera aceptas la sangre que te ofrece Carla -me reclamó al momento que me ayudaba a sentarme en una silla-. ¿Qué haremos contigo, Konoe?
-No te preocupes, estaré bien -sonrei levemente, hace un par de años que deje de tomar sangre, apenas me ponía en pie por la comida humana, no sabia el porque, pero al sentir la sangre en mi boca me daba náuseas.
-No es normal que te sientas así, a veces pienso que el frío de Bretaña te hace mal, incluso el estrés de estar frente a los del consejo -volvió a suspirar frustrada-. No te esta haciendo bien el estar aquí -la puerta de la habitación nos hizo volver a ver a la entrada encontrándonos con Carla.
-Luces terrible, Konoe -sonrió de manera triste.
-Estoy bien, no te preocupes -volví a sonreír, no podía mentirle a mi hermano, pero tampoco quería preocuparlo.
-No mientas -beso mi frente para después sentarse en la silla a mi lado-. Lamento no estar con ustedes, desde que recuperamos el poder con los del consejo estoy más preocupado que de costumbre.
-No importa, Konoe y yo siempre estamos juntas así...
-Estaba pensando -interrumpió Carla a Shientsu-. Ustedes no tienen nada que hacer aquí ¿verdad? -Shientsu y yo nos volvimos a ver completamente extrañadas.
-¿A qué viene eso, Carla-oniisama? -pregunte confusa.
-Estuve pensando, Shin y yo debemos estar aquí a cuidar los movimientos del consejo, pero ustedes dos no tienen nada que hacer aquí -llevo una mano a su nuca-. Pensé en enviarlas de nuevo a Japón -nuestros ojos se abrieron de sorpresa ante las palabras de mi hermano-. ¿No les parece la idea?
-¡Sí! -grito entusiasmada Shientsu-. ¡Debemos ir, Konoe! -asenti levemente con una pequeña sonrisa ante el entusiasmo de Shientsu-. ¡Gracias, Carla!
-No te preocupes, esto les hará bien a las dos, sobretodo a ti, Konoe -menciono al momento que se ponía de pie y acariciaba mi cabello-. Escuche que los Sakamaki y los Mukami aún asisten a aquella escuela -sonrió para después acercarse a la puerta-. Deben alistarse, partirán hoy en la noche -ambas asentimos, mi hermano sonrió para después marcharse.
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-¿Nuevas estudiantes? -pregunto confuso un peliblanco a una chica de ojos negros.
-Fue lo que escuche, estarían en nuestro salón -se encogió de hombros al momento que se llevaba un pocky de chocolate a su boca-. Me molesta cuando Reiji y Shuu deben ir al consejo de ancianos.
-Solo porque no puedes estar con él -le pico el de ojos rojos, la chica solo hizo un puchero para después volver a ver a otro lado-. No te pongas así, Jade.
-Tks, vamos a clases mejor, Tsunbaru -comenzó a empujar al peliblanco, el cual le comenzó a reprochar por el apodo que le acababa de poner su amiga.
-Hoy tenemos a dos estudiantes nuevas -comenzó a hablar el profesor, para después dejar pasar a dos chicas, una de cabellos menta y ojos negros, y la otra de ojos dorados y cabellos blancos con azul en las puntas.
-Soy Tsukinami Shientsu -se presento la de cabellos menta, provocando que algunos de sus compañeros se sorprendieran un poco al verla.
-Y yo Tsukinami Konoe -hablo la de ojos dorados sorprendiendo al ojirojo, el cual se levanto de golpe llamando la atención de los demás.
-¿Sucedió algo, Sakamaki-dono? -pregunto el profesor, el peliblanco se volvió a a sentar en su sitio esperando a que las lecciones pasaran.
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-¿Eso crees? -estaba hablando con Shientsu, se sentía bien volver a mi país, aunque supuestamente haya nacido en Britaña, crecí en Japón, y eso hace que sea mi hogar.
-¿No lo crees? El profesor estaba completamente rojo al ver que acertaste sus respuestas, o peor aún, que le corregiste -se burlo, sentí a alguien tomarme del brazo, volví mi vista a quien lo había hecho encontrándome con un par de ojos rojos.
-Necesito hablar contigo -hablo demandante, Shientsu me empujo levemente y se despidió de mi, diciendo que debía buscar a cierta persona, el peliblanco me comenzó a arrastrar hasta llevarme a un salón completamente vacio
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Dark Fate [Diabolik Lovers]
FanfictionFanfic: Diabolik Lovers Nunca considere que fuera una chica "normal", la mayoría de las veces soy muuuuy agresiva, odio que me pongan sobrenombres, y mucho menos que me traten como un objeto. Pero jamás pensé que mi actitud y mi forma de vida cambia...