Dark Fate [Diabolik Lovers]

IX★Precauciones

-Te digo que no se que es lo que me pasa -le había contado a Jade todo lo que me sucedía últimamente, necesitaba desahogarme con alguien, y Jade era la única con la que confiaba.

-Primero, yo creo que sientes algo por el Sakamaki menor, en cuanto a la voz, no se que decir exactamente, nunca había escuchado de un caso similar -mencionó pensativa, me quedé estática al escucharla suponer de que sentía algo por Subaru, aunque debo admitir que en cierta manera es con el único que no me molesta que tomé mi sangre.

"No dejare que elijas"

De nuevo el dolor de pecho, siempre que tengo un pensamiento así mi corazón duele, como sí me impidiera pensar en él.

-¿Sucede algo?

-N-No te preocupes... -levanté mi mano izquierda mientras que con la otra apretaba mi pecho.

-Deberías de ver a alguien, no es cierto que uno de los Sakamaki es inteligente y sabe cosas sobre medicina -casi quería reír de sarcasmo, ni loca volvería a estar sola con Reiji.

-Antes muerta.

-Vamos no creo que sea tan malo -la volví a ver-. Ya, ya, entonces ven conmigo -me tomo del brazo y comenzamos a caminar por los pasillos, Jade parecía buscar a alguien, la mire con curiosidad por un rato hasta que entramos en un salón de grado mayor-. Yo! Ruki -llamó a un peli-negro de ojos entre azul y gris.

-¿Jade? ¿Qué haces aquí? -le pregunto en el momento que cerro el libro azul que estaba leyendo.

-Te traigo una paciente.

-Oye! Jade! -la escuche reír por lo bajo, mire el salón con atención, no habían muchas personas, pero... Mierda, de todas las personas que me podía encontrar ahí estaba Reiji, y me estaba viendo muy molesto.

-Konoe, él es Mukami Ruki, seguro que él podrá encontrar lo que tienes.

-Mucho gusto, Mukami Ruki -me extendió la mano.

-Tsukiyo...

-No es necesario que te acerques a estas personas -me interrumpió Reiji en el momento que me tomaba la muñeca con fuerza y me hacia comenzar a caminar por los pasillos, bajo la mirada curiosa de los demás.

Nos acercamos a un salón de música, donde me empujo al interior de este, tropecé cayendo al suelo, mire a mi alrededor encontrándome con los demás Sakamaki, ¿en qué momento llegaron?

-¿Ahora qué hiciste, Chichinashi? -me pregunto Ayato.

-Yo...

-No puedo soportar más está situación, sin duda esos tipos se la van a querer llevar -me interrumpió Reiji mientras se masajeaba la sien-. Haz algo al respecto, Shuu -por primera vez después de tanto tiempo había visto a Shuu ponerse serio, me miraba fijamente, sentí escalofrios.

-Pues al parecer no queda de otra -suspiro pesadamente-. Uno de nosotros tendrá que vigilarla todo el tiempo.

-¿Qu-?

-Entonces tiene que ser uno que no tenga problemas -mencionó Ayato.

-Yo me niego, a Teddy no le agrada Konoe -me miro con recelo Kanato.

-Laito está estrictamente descartado -mencionó Shuu.

-¿Eh? ¿Por qué? -se quejó el mencionado.

-Eres demasiado brusco, podrías matarla sí tienes la suficiente libertad con ella -contrataco Reiji mientras se acomodaba los lentes, Laito bufo derrotado, sin duda Reiji tenía razón.

-Su Majestad tampoco puede, su Majestad tiene demasiadas admiradoras que le podrían hacer daño -vaya, por primera vez Ayato se preocupaba por mi-. Su Majestad no quiere tener que pagar los platos rotos -ya sabía que era demasiado bueno para ser verdad.

-Entonces yo lo haré -todos volvimos a ver al peli-blanco.

-Es una buena idea, con la fuerza de Subaru no serán capaces de acercarse a ella -mencionó cansado Shuu-. Entonces está decidido, Reiji arregla el traslado de salón, no podrás dejarla ni un sólo momento sola, Subaru -ambos se volvieron a ver retantes, daba miedo estar en medio de esos dos.

-Tks, no tienes que decirlo -fue todo lo que dijo para después desaparecer al igual que los demás, dejándome sola con Shuu.

-Este Shuu ¿Por qué tanta precaución?

-Ellos te quieren, no podemos perder a nuestra propia presa -fue todo lo que dijo para después volver a dormir.

-¡Konoe! -escuche que me llamaban en el momento que salí del salón de música.

-¿Jade?

-Estuve preocupada porque Reiji te saco así sin más -reí nerviosa-. ¿Qué sucedió?

-Nada en especial, jeje -Jade me miro de manera acusadora, al parecer ahora no podré ocultarle nada a ella.

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-¿¡¡EEEEEH!!? -comenzó a gritar, nuevamente habíamos ido a la azotea a hablar, trate de silenciarla-. ¿Cómo que te pondrán un guardaespaldas?

-Eso fue lo que se les metió en la cabeza y en esa casa yo no tengo ni voz ni voto -me encogí de hombros.

-¿Y quién será? Dime que Reiji por favor -me suplico, en ese momento la descubrí.

-Lastimosamente para ti, no -su emoción bajo-. No sabía que te gustaba Reiji.

-Eh? Cl-Claro que no... Por-Porque lo dices... -volvió a ver a otro lado nerviosa.

-No puedes engañarme ¿desde cuando?

-Un año.

-Mucho tiempo.

-Lo sé, pero no me animo a hablarle.

-Y hablas de la que no sabe que es lo que quiere -le incrimine, Jade me volvió a ver con las mejillas infladas haciendo un puchero.

-Por lo menos yo admito que me gusta el Sakamaki, no como cierta persona -golpe bajo, pero en parte tiene razón, le iba a decir algo, pero el timbre nos interrumpió.

-Otra vez a clases -bufe cansada.

-La buena noticia es que el la última hora -mencionó con una sonrisa mientras pasaba un brazo por mis hombros.

Seguramente sí no hubiera conocido a Jade me volvería loca en este lugar.