Dark Fate [Diabolik Lovers]

III★Sakamaki Shuu

Había pasado tres días en está espantosa mansión, con seis sádicos vampiros, hasta ahora el único que me ha molestado es Ayato, quién por culpa de él en estos momentos tengo anemia.

"Siempre ha sido un inútil"

Estábamos todos en el comedor, la comida de Reiji se veía deliciosa, pero no tenía ganas de comer.

-Mmmm~? Bitch-chan no has comido nada, ¿quieres que te ayude a comer? -me sobresalte al ver a Laito a mi lado.

-Nadie pidió tu ayuda, pervertido -le dije de mala manera, el sonrío satisfecho.

-Laito, aún estamos comiendo, por favor vuelve a tu lugar -le ordenó Reiji.

-Sí~ -Laito se volvió a sentar.

Un sonido volvió a irrumpir en la habitación, fije mi vista en cierto rubio mayor.

-Que molesto -susurro para después salir de la habitación.

-Era de esperarse de alguien quién nunca se ha esforzado para conseguir las cosas -escuche a Reiji suspirar-. Ni siquiera en la cena podemos estar tranquilos, pueden retirarse -los demás se comenzaron a levantar y salir de la habitación-. Espera un momento -me llamó-. Tus modales en la mesa son deplorables, voy a tener que educarte adecuadamente minuciosamente un día de estos -aprete mis puños molesta-. Y no aceptare un no por respuesta.

-Tks -trate de calmarme-. Has lo que quieras.

"Siempre tan perfeccionista, deberías de relajarte más, Reiji"

Arrastre mis pies hasta mi habitación, era molesto, me sente en la orilla de la cama y abrí el primer cajón, ayer aproveché de que me escape de Ayato para ir por el diario de mi padre.

-Aún sigue en blanco -susurro, cuando tomé el diario estaba completamente en blanco, sólo había una foto de mi padre conmigo, donde sólo tenía tres años-. No lo entiendo...

-Oí, Chichinashi, su Majestad tiene hambre - volví a ver a Ayato de mala cara, él sólo sonrío-. No me mires así, sólo haz lo que su Majestad te ordena.

-No estoy de humor, Ayato -cerré la gaveta y me dirigí al ropero, saqué una muda de ropa.

-Su Majestad no te está dando opción.

-Anda haslo, después de todo ya estoy anemica por tu culpa, estúpido narsicista -gruñi.

-Mmmm, eso sí es un problema -me volteó en dirección a él para después comenzar a succionar mi piel.

-Oé, Ayato ¿Qué demo...? Ngh... -me había dejado dos marcas en mi piel-. Tks, ¡Ayato!

-¿Qué te molesta? Sólo estoy marcando lo que es mío -se acerco a mi oído-. Date prisa en bañarte, su Majestad desea tomar tu sangre.

-Tks, no seas molesto -lo empuje y salí de mi habitación con la ropa en mano-. Estúpido Ayato -susurro molesta mientras entró al baño-. Por Dios, se nota demasiado -las marcas de color rojizo resaltan demasiado, en estos casos odio ser pálida.

"Siempre se comporto como un niñato de 5 años"

Me quite la blusa y estaba proximia a quitarme el sosten, hasta que algo me saco de mis pensamientos, volví mi vista hacia la tina, a la vez que mis ojos se abrían por la sorpresa.

-¡Shuu! -mencione asombrada mientras trataba de cubrir mi pecho, ¿cómo demonios entró? Puse el seguro a la puerta-. Shuu ¿Qué demonios haces aquí? ¿Cómo mierda entraste?