15 de diciembre de 2022
El celular de Lily se ilumina cada dos segundos. Se le olvida que tiene que apagar las notificaciones para que dejen de llegar.
Las capturas que ha subido sobre sus conversaciones con Kev se han disparado por redes sociales. Ahora hay cientos de videos sobre ambos.
Lily no puede verlos.
Apenas puede entrar unos segundos a tiktok cuando el siguiente video es sobre ellos. Ahora todos están bien, son solo videos de gente que disfruta leer su historia, pero Lily teme que todo se ponga peor cuando llegue al final.
Incluso se está preguntando si todavía es buena idea terminar de subir la historia. No tiene idea de cómo va a terminar, y no quiere saberlo.
Decidió que saldría a tomar aire. Se tomó un día libre del trabajo y está intentando tomarse un día libre también del internet.
El frío apenas está llegando a su ciudad, pero debido a que casi siempre es un clima cálido, cualquier mini cambio de clima la enferma, así que ha salido abrigada. Se llevó uno de sus nuevos libros y ahora está sentada en una de las bancas de un parque.
Le encanta el frío.
—Te va a dar una neumonía aquí afuera.
Ah, sí. Se le olvidaba que a cierto engendro siempre le gustaba venir a perturbar su paz.
—Vengo abrigada —se defendió. Luego alzó la vista y mostró su suéter de cuello alto, alzándole una ceja.
Adrián sonríe antes de sentarse a su lado. Él solo trae una sudadera encima, pero viene con unos pants y unos tenis deportivos; parece que ha salido a correr.
Ambos guardan silencio varios segundos, solo mirando a las personas pasar por el parque, antes de que él vuelva a hablar.
—Me han salido tus videos.
Lily aprieta los labios.
—¿Cómo sabes que soy yo?
—Es difícil encontrar a otra pareja donde el tipo amargado se llama Kevin y la tipa loca se llama Lily. Solo até los cabos. Además en tu perfil me aparecía "cerca de ti".
Lily ríe un poco.
—Oh, dios mío. Ahora esto es vergonzoso —dice, luego se tapa la cara con las manos y sigue riendo en voz baja—. Imagínate que tu mejor amigo lea las conversaciones que tuviste con tu novio difunto que también fue su mejor amigo.
No escucha reír a Adrián, pero puede sentir su sonrisa.
—No es tan malo —dice—. Al menos ustedes me hacen darme cuenta que yo no doy tanto asco con Jane. Definitivamente ustedes eran más cursis.
Jane es su novia desde hace poco más del año. Se ve que se quieren, y a Lily le cae bien, pero no es lo mismo para ella. Jane siente inseguridad de Lily porque sabe que antes Adrián gustaba de ella. No la puede culpar, pero ellos nunca han hecho nada y Lily ha mantenido la distancia entre ambos para no causarles más problemas.
—Él era el cursi —admite Lily. Luego sonríe.
Y se da cuenta que es la primera vez que sonríe al pensar en él en vez de ponerse triste.
Pasan la tarde hablando hasta que se hace noche y él la acompaña a casa.
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Mi amada Lily
RomansUn beso en un antro. Una conversación alocada. Un maratón de Barbie. Un amor perfecto. Una enfermedad inesperada. Una despedida nunca deseada. Estos son Lily y Kev.