13 de diciembre de 2022
Lily se encuentra riendo cuando alguien toca la puerta. Alza la cabeza de donde está recostada en su cama y ve a su madre.
—Hola, cariño —la saluda desde la puerta, solo con medio cuerpo dentro—. ¿Puedo pasar?
—Claro —le dice mientras se sienta en la cama.
—¿De qué reías?
—Oh, no, de nada. Estaba... leyendo unas conversaciones y empecé a reír cuando recordé algo.
—¿Algo vergonzoso?
Lily sonríe, casi lejana.
—Algo así. Fue de una vez que le vomité a Kevin todo lo que traía encima.
La mirada de su madre se suaviza. A Lily no es la única que se le hace difícil hablar sobre él. Su madre lo quería como si fuera su hijo, y por eso siempre ambas sentían que podían entenderse.
Mucha gente no hablaba de Kevin. Era como si no existiera cuando ella estaba presente. Parecía que temían nombrarlo y que ella se tiraría a llorar. Solo que no era cierto.
A Lily le encantaba hablar de Kev y recordarlo.
—¿Cuántas veces no le vomitaste encima a ese pobre chico? —pregunta, soltando una risa tranquila.
—En mi defensa, nunca fue mi intención.
Su madre sigue riendo un poco, hasta que se tranquiliza y luego la mira. Alza la mano para acariciar su mejilla y suspira.
—¿Estás leyendo tus conversaciones con él? —pregunta, y el tono de su voz es bajo.
—Kyra ya te contó lo que he hecho, ¿no?
La señora asiente.
—Apenas y he entendido. Pero si crees que es algo que necesitas hacer, entonces te apoyo.
—No es algo que necesite —responde Lily—. Solo que me gusta recordar y... Quiero soltar. Además, no conozco a ninguna gente que lee las capturas, así que es como si lo estuviera compartiendo para mí misma y hubieran solo unas cuantas personas pidiéndome conocer la historia. Es... difícil de explicar.
—No tienes que hacerlo. Te apoyo en todo, cariño. Si quieres hacerlo, entonces hazlo. Si esa es tu manera de soltar, sigue.
Lily sonríe.
—Los comentarios me dicen que siga subiendo más partes. Es increíble lo felices que están ahora pero... cuando lleguen al final... No saben lo que me están pidiendo.
—Los harás llorar —asegura su madre—. ¿Estás segura de ello?
—Probablemente ni siquiera llegue tan lejos esto. O yo me arrepienta a último momento. Tal vez llegue el punto de ser suficiente para mí.
—Está bien. Entonces haz lo que creas.
Su madre se acerca para darle un beso en la frente y luego se pone de pie, diciendo que tiene que salir a unos mandados y que la dejará sola un rato.
Antes de que vaya a salir de la habitación, Lily la llama.
—¿Mamá? —dice, y ella se da la vuelta—. Es bonito leer todo esto. Siento que lo estoy viviendo de nuevo.
La mirada de su madre se llena de orgullo y sus ojos se ponen un poco lagrimosos.
—Nunca se va lo que realmente amamos, Lily.
Luego cierra la puerta y se va.
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ESTÁS LEYENDO
Mi amada Lily
RomantizmUn beso en un antro. Una conversación alocada. Un maratón de Barbie. Un amor perfecto. Una enfermedad inesperada. Una despedida nunca deseada. Estos son Lily y Kev.