|Capitulo#52|

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Había pasado un día exactamente. Con mis desvelos la luna pudo darse cuenta de lo que yo esperaba por la noche, no era nada diferente, era lo usual, su regreso.

Noah, mi pequeño. Era ahora quien ocupaba la mayoría de mi tiempo y aunque eso no es problema, aveces lo dejaba en casa de mis padres para salir a vigilar todo el tiempo que fuese necesario.

Esta noche se la dedique única y especialmente a el.

Caminaba sin ningún rumbo en especial por el oscuro bosque.

Pero en cierto modo, me di cuenta de que iba por el camino equivocado, entonces aclare la vista y volví a el mismo lugar en donde todo sucedió, antes de que el se fuera, no temas, escuche provenir de entre la oscuridad, la luna me daba un poco de luz y eso me ayudaba. <<Vienes a buscarlo ¿cierto?, yo puedo ayudarte a saber en donde esta el, pero antes, quiero que confíes en mi ¿lo harás?>>  esa vos, se escuchaba dulce y un poco brusca. La seguí lo mas rápido que podía, la única señal de que sabia que allí estaba la vos, era que me decía sígueme, pero eso era todo. Me guió hasta un prado, un hermoso y claro prado, junto a un lago, no sabia porque estaba aquí o porque me había guiado al lugar en donde, todo había comenzado. Precisamente este era el lugar en donde Helen y yo por primera ves estábamos juntos.

Estaba un poco oscuro, no sabia por donde pisaba y mi torpesa estaba al maximo cuando me ponia nerviosa. Levante un poco mis brazos en el aire mientras caminaba por la altura de mi abdomen, entonces, senti que alguien sujetaba mis manos, con firmeza y sutil calma, con suavidad, como si tocara algodon puro, mis latidos se aceleraron asi que tuve que acercarme mas, ¿Helen? susurre mientras me acercaba.

No cariño, susurro aquella vos, pero dentro de mi me gritaba una y otra ves que era el, esos mismos ojos y su mismo rostro, ¡es el! pero no puedo comprender, creo que el se fue, susurro de nuevo, asustada comence a caminar hacia atras mientras respiraba como si alguien estuviera sujetandome con fuerza de la garganta. Comence a correr sin rumbo fijo hasta que choque con alguien, estaba herido, podia escuchar su respiracion aparte de la mia, estaba algo asustado igual que yo y me sujetaba en sus brazos, —Ann.... ¡Ann! ¿eres tu?— susurro entre lagrimas, comprendi que era quien yo pensaba cuando no estaba, era el, era Helen y estaba bien, ¿que mas podria ser mejor noticia?

—¡Vamos Helen..! vamos a casa estas herido....

En casa, lo recoste y comence a curar sus heridas con algo de tristeza, porque sabia que no estaba alli para ayudarlo, estaba mal, erraba sin sentido últimamente.

—Y... ¿Noah? ¿en donde esta?— pregunto con algo de temor, suspire aliviada mientras sujetaba su mano.

—El esta bien, pero lo veras mañana... ahora dedicate a descansar ¿ok?

Helen asintio mientras cerraba sus ojos con total lentitud, yo por otro lado recogi las cosas y sali de la habitacion, estaba al mismo tiempo confundida y algo serena, ya habia vuelto, pero tenia miedo de algo, primero que nada ¿quien era esa vos? ¿que era lo que queria? ni siquiera supe porque la habia seguido, por otro lado, habia recordado a Noah, asi que sali de casa y me dirigi hacia la de mis padres. Allí, fue donde recogi a Noah, para luego volver a casa. Tenia en mi mente los rostros de mis padres, no queria que nada malo les pasara asi que tenia que apresurarme, o al menos pensarlo.

En casa, a Noah le puse su pijama y lo recosté en su cama, deje unos pocos centímetros la puerta abierta de su habitación, volví con Helen mientras cansada, pensaba en la situación.

Por una hora que estuve con Helen, decidi dejarlo dormir a gusto, sali de la habitacion y me dirigi hacia la de huespedes, alli, me recoste en la cama y me quede dormida, estaba un poco cansada.

Cualquiera sabe que en los sueños puede pasar todo, pero aun seguía escuchando esa misma voz meterse entre mis entrañas, en mi cerebro, como si fuera el humo de un incendio metiéndose por mi cabeza. Me estaba consumiendo la histeria de curiosidad. Preguntándome si de casualidad mi mente estaba volviéndose en mi contra. Si enloquecer era mas que solo perder la razón. Si esa voz era un síntoma de probable esquizofrenia. 

De pronto pensé en Noah...

Dibújame una sonrisa /Bloody Painter/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora