Dibújame una sonrisa /Bloody Painter/

|Capitulo#16|

—Me encanta esto... Más tiempo para pasar juntos, ¿no te parece bien?

—Creo que me agrada más la idea de que esas hachas tengan más de un solo uso— murmure.

Me cruce de brazos mientras miraba a mi alrededor, estaba más que pensativa por lo de Helen, realmente estaba cubriendo gran parte de mis pensamientos. La noche se encontraba más oscura de lo normal, por lo que me hacía sentir incomoda.

— ¿En qué tanto piensas?— pregunta Toby de imprevisto.

Sonreí para aparentar en nada cuando sabía exactamente que el nada significaba algo. Pero no le diría que estaba preocupada por Helen, a Toby era lo que menos le importaba. Supongo que era muy mala idea decir solamente el nombre de él, para que Toby no lo tome nada bien, aun así. Me gusta acompañar a Toby.

—En nada, solo en nuestro alrededor— respondí.

Me acerque con el mientras cortaba en dos partes el pedazo de madera. Interesada en probar hacer lo mismo. Quizás tengo más habilidades de las que supongo que tengo. O quizás me aburre no hacer nada.

—Déjame probar— murmure sonriente mientras levantaba mis manos hacia el hacha, Toby dio un paso hacia atrás mientras me miraba con una sonrisa juguetona, coloco su hacha en uno de sus hombros.

—Diciendo un poco de lo otro... No te creo...

— ¿No me crees?

—No. La verdad no.

— ¿Enserio quieres saber?

—Me gustaría.

—Bien, la verdad pienso que deberías dejarme— señale el hacha, —... ósea, ¿estas aburrida con mi presencia?— me pregunta tocando su pecho y mirando para otro lado. Entonces aprovecho para correr y abalanzarme encima de él, mientras que me carga en su espalda y yo le arrebato su hacha. El comienza a girar y río descontroladamente mientras me aferro en sus hombros.

H E L E N

Los miro desde mi ventana, no es nada agradable la vista que tengo desde donde me encuentro, no, no es nada agradable, ni siquiera Toby merece la compañía de ella, ni ella debe estar con él, < ¡no lo comprendo!... No comprendo la simple y sencilla idea de estar pensando en ella, ¡es una imbécil en toda la extensión de la palabra!... No, claro, ella es muy... muy> pienso a gritos, frunzo el ceño mientras cierro los ojos, — ¡demonios! quisiera darme golpes contra la pared ahora mismo.

— ¡Nadie te está deteniendo! Bloody— señalo Jeff recargado en el marco de la puerta.

— ¿Qué quieres, Jeff?— digo mientras me giro lentamente y me cruzo de brazos.

—Nada, nada. Solo venía a ver si seguías deprimido como estabas ayer, pero al parecer ya no lo estas ¿quién te consoló? ¡Ann! ¿Acaso fue ella?

— ¡Bien!... Fue Ann quien se quedó conmigo, ¿entendido? ¡Fue ella!— respondí desesperado.

No tenía de otra, su estupidez podía más con ese carácter de mono aullador cuando exigía respuestas.

—Ya veo y, ¿aun la sigues odiando? ¿Como cuando la conociste por primera vez?

Sonreí mientras me acercaba a él, a paso lento, planeando un posible golpe certero en la nuca y que lo dejara noqueado, pero, antes accedí a su pregunta.

— ¿Debería de importarte?—respondí.

—No ¡pero! es curiosidad. En la forma con la que la miras como si en ese momento nadie existiera ¿qué te dice eso? Helen