|Capitulo#53|

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Unos sonidos provenientes del piso de abajo me despertaron y caí al suelo de cara, el dolor era igual de insoportable que los sonidos de gritos y risas que se producían en forma de eco en el interior de la parte baja de la casa, —¡demonios!—gruñí al ponerme de pie y tocar mi nariz, el oloroso liquido carmesí que comenzó a caer sobre mi blusa como si fuera un gotero, me alarmo totalmente mientras escuchaba las risas. Sabia que la primera era Noah, y mi corazón latió demasiado fuerte e inseguro. Pero la segunda risa, fue la que por poco estaba por hacer estallar mi corazón en miles de fragmentos moleculares. Así que aun con la nariz chorreante, salí corriendo de mi habitación y a duras penas baje las escaleras hasta llegar a la cocina, el polvo estaba por todos lados, era harina claramente. Y cuando me quede de pie en el marco de la puerta de la cocina, mire a Helen. Quien ya miraba hacia mi dirección, sorprendido.

Tenia un rasguño en el cuello y en la frente un golpe que había dejado un severo rastro morado. Su labio inferior estaba roto. Luego cuando intente acercarme, se avecino hacia mi con una toalla entre sus manos, y cuando llego me atrapo entre sus brazos sin importarle que lo manchara de sangre en su hombro derecho, yo lo rodee con mis brazos al mismo tiempo en que el coloco la toalla en mi nariz, yo sonreí de manera burlona mientras lo miraba mirando mi nariz y presionándola de forma leve.

—Te habías tardado demasiado... 

—¿Tanto que nuestro hijo comenzó a decir sus primeras palabras?—murmura mientras sonríe burlón.

—¡¿Pero que?!— alce la voz, lo tome de los hombros mirándolo de pies a cabeza, pero el tenia puesto un delantal que decía "miren que sexy soy" y yo comencé a reír de forma frenética y arrebatando le la toalla y dejándola puesta sobre mi nariz.

 —Papá es un fantasma— dijo Noah riendo, —si que lo es cariño—dije un poco alarmada entre risas, estaba atónita por lo que estaba viendo en ese instante. 

—Fue bueno haber caído de la cama... —dije al mismo tiempo, —valió la caída.

Helen sonrió al mismo tiempo y yo mire a mi alrededor, —¡ahora! recoge todo esto, parece un intento fallido de maquillaje ¡demonios!— dije mientras caminaba hacia mi hijo y besaba su frente y acariciaba su cabello. 

—Debería de arreglar tu nariz en este momento, no seria conveniente que te quedes así todo el día.

—Eso creo... ahora ¿que haces?

—Nada solo el desayuno, y no me cambies de tema— respondió, volvió a lo que estaba y cargue a Noah, lo tome entre mis brazos, —hola Noah...parece que tu papi esta un poco atareado el día de hoy— murmure acariciando su cabello, Noah asintió mientras tomaba del jugo que tenia en sus manitas.

—Papi me dijo que te quería mucho— murmuro, 

—¿Eso dijo?— dije sorprendida mientras miraba a Helen, quien me guiño un ojo sonriente. Luego coloque a Noah en su silla y bese su frente, me acerque a Helen quien cocinaba y lo abrace por la espalda.

—¿Como te sientes?— le pregunte, Helen sonrió un poco y me miro con los ojos entrecerrados, —te fuiste como si no te importara. 

—No tengo nada que decir, solo tu sabes que es lo que estoy pensando...

—No soy adivina, mi amor.

—Yo digo que bien... después de que me hayas dejado solo en la cama... anoche— respondió, un poco sonrojada y sorprendida lo mire a los ojos.

—Aquí esta Noah, imbécil— dije entre dientes en voz baja, —ups— murmuro besando mi mejilla. Luego lo sujete de la ropa al mismo tiempo, —pero fue al revés, cariño— susurre besando de vuelta su mejilla.

Volví con Noah quien jugueteaba con su carrito, lo cargue y lo lleve conmigo a la sala de estar y comencé a jugar con el, en mis brazos. Pero dentro de mi mente aun tenia esa voz que me llamaba pero, ¿que era lo que quería de mi? ¿acaso ya lo conocía? 

—¡Esta listo!—alzo la voz Helen mientras me miraba con una sonrisa. 

—Vamos pequeño ¡a comer!—dije mientras caminaba con el de la mano.

Comer juntos en la mesa, me hizo sentir de alguna forma muy orgullosa conmigo misma y con todo lo que había pasado con el, con Helen,  de alguna forma no se porque sonreía a cada minuto cuando lo veía a el y luego a Noah, notaba tal parecido, como si fuera su mismo retrato, sin duda alguna seria como su padre, seria como Helen. Pero tenia miedo de una cosa, de una sola e insignificante cosa... de que fuera como el, un asesino.

—Es divertido ver como es que te llevas tan bien con la vida normal.

—Si... Y tu dices eso cada como, ¿5 minutos?—dice mientras me codea y deja de comer para observarme detenidamente.

Yo dejo de comer y miro a Noah de reojo y luego a el, —¿porque te quedas viendo? ¿tengo algo en la cara? 

—Ademas de los ojos, de la boca y de la nariz, creo que, diría que preocupación o simplemente estas bastante pensativa estos días...—responde casi en voz baja. 

Respire hondo y me recargue en el respaldo de la silla, —créeme que no estoy lo suficientemente preocupada...—murmure indiferente, —ahora termina de comer, porque tenemos cosas que hacer antes de que termine el día.

—Y cosas de que hablar, que no se te olvide...

—La verdad que si—intuí sonriendole a Noah.       




Dibújame una sonrisa /Bloody Painter/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora