|Capitulo#23|

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—No podemos decirle a nadie de esto, no por un tiempo.

— ¿Y que, si quiero decirle a todo el mundo lo nuestro?... No puedes ocultarlo todo el tiempo, Ann.

—Sí que puedo, ahora tendrás que aguantar un poco tu emoción de querer gritar que estás conmigo, porque por el momento solo necesitamos pensar un poco más las cosas. Por cierto, ¿qué haremos con el auto?

—Es tuyo, puedes hacer lo que quieras con el... La gasolina corre por mi cuenta...

—Es mi bebé... Lo amo.

—Aja, pero ¿no crees que deberías de darme un poco más de amor a mí también?—murmura mientras intenta besarme, lo detengo mientras rio entre dientes de manera burlona, —tengo amor para los dos, bebé— digo mientras lo miro de reojo.

Entramos a la cabaña de regreso, luego de haber pasado todo un día completo fuera, pensando en lo que había pasado ayer. Luego de que Helen comenzara su intento de formalizar lo nuestro con una salida, y de que yo luchara contra la idea de no decirle nada a nadie. A sabiendas de que eso además de que era estúpido, no tendría sentido, porque conociendo a Slender, es el primero en darse cuenta de lo que pasa, o las chicas, por mi comportamiento. A excepción de Ben y Sally, pero ella se fue a la cabaña vecina y a veces la traen de visita con Laughing. Así que ella está plenamente descartada.

Cuando entramos, Toby nos sorprende en la puerta de brazos cruzados y con una mirada amenazante, el apenas mira a Helen, por lo que toda la carga de amenaza la tengo yo, y me coloco las manos sobre la cintura respondiéndole con la misma mirada. Luego solté un resoplido de confusión e ira.

— ¿Qué quieres cara de basura?— le pregunta Helen a él, mientras lo mira de manera indiferente. Toby lo ignora a lo que solamente se abalanza sobre mí y me abraza con todas sus fuerzas dejándome sin aire.

— ¡Ann no lo soporto aun te sigo amando!— exclamo Toby desesperado.

Yo trato de quitármelo de encima, < ¡pero que imbécil!> pienso a gritos, — ¡Toby!— solté un quejido en un intento de separarlo de mí.

Siento las manos de Helen sujetarme con fuerza y luego empujando a Toby hacia atrás.

— ¡Imbécil ella es mía ahora así que no te metas!— impuso Helen golpeando a Toby en el rostro. Quien no se inmuta, el aprieta los puños y se enfurece más rápido de lo que yo observando que están a punto de tirarse a golpes. Así como también me sorprende la habilidad de Toby de no sentir nada de dolor, contra alguien que podía sentirlo todo. Pero nada al mismo tiempo, Helen era diferente.

Estaban mis manos temblando mientras los miraba, Helen estaba menos dispuesto a ceder, era quien quería o estaba a punto de hacer algo de lo que dudo se vaya a arrepentir, y Toby solamente esperaba el momento adecuado para que Helen flaqueara y darle el golpe de gracia.

Y de repente se abalanzaron uno al otro, golpeándose en el rostro, mi tensión creció, estaba nerviosa y Jeff apareció en las escaleras quien miro hacia la dirección de la pelea en la que Helen parecía estar ganando, pero Toby era más fuerte en algunas cuestiones. Jeff corrió hasta mí y me sujeto de la ropa, —te recomiendo que no te acerques— dice Jeff mientras me mira de reojo a los dos.

—Estoy harta, Jeff... — dije.

Pero además de decepcionada, me limite a irme, también me enfurecía que estuvieran actuando como dos pedazos de imbéciles.

— ¡Paren de pelearse! ¡Hey! ¡Helen escúchame!

Me acerque en ese instante a separarlos, pero estaba tan concentrada en Helen, que ignoraba por completo a Toby quien estaba siendo demasiado inconsciente de los golpes que Helen evadía.

Dibújame una sonrisa /Bloody Painter/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora