El sol y la luna

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A veces el dolor emocional puede superar al dolor físico, quizás incluso es más intenso. Quiero llorar pero nada sale de mis ojos, quiero gritar pero mi garganta se siente seca y discapacitada. No sé cuánto tiempo llevo en este lugar, quizás horas, días o meses, ya perdí la noción del tiempo. Me duele el cuerpo, el alma y la cabeza. Hace un tiempo, no estoy segura de cuánto porque no tengo exactitud de cuánto hace desde mi secuestro, pero hace tiempo estaba en casa, con mi madre preparando mi comida mientras yo jugaba con mis muñecas y en ese precioso instante todo era perfecto, todo era paz, pero la paz es tan efímera como el viento. Ese día debí hacerle caso a mi madre, debí quedarme en casa y esperarla. Pero no lo hice, camine hacia el bosque para encontrarla y ellos me encontraron a mi. Mi madre siempre me dijo que era peligroso salir sola, ya que yo tenía algo especial que muchas personas iban a querer, pero nunca la escuché o nunca tome en serio sus advertencias hasta que paso; esos hombres me secuestraron, dijeron que sería una esclava y me subieron a un barco, nunca más volví a ver la luz del sol desde entonces. Ellos abren la puerta, hace semanas que no me visitaban, ellos me toman para salir, me doy cuenta que me encuentro en un lugar diferente a mi ciudad, las casas tiene otro estilo y todo parece más sofisticado. Ellos me suben a un carruaje o algo así, me siento muy cansada para pensar en lo que pasará conmigo. Al llegar me encuentro con un enorme castillo de edificación japonesa antigua. Las sirvientas me esperan afuera y un hombre habla con mi captor lejos de mi presencia mientras las sirvientas me llevan hacia el interior. Nadie me habla o me muestra amabilidad, más sin embargo todas me miran con lastima. Ellas me ayudan a limpiarme y vestirme, me dejan en una enorme habitación elegante y se van sin decir nada.

Solo tengo contacto con las sirvientas que vienen a dejar mi comida, se supone que soy una esclava pero, nadie me ha dicho que hacer o cuáles serán mis funciones. Hasta que una sirvienta recurrente comenzo a empatizar conmigo. Tengo ocho años y ella diez así que nos llevamos muy bien. Una noche a horas de la madrugada, ella entro exaltada a mi cuarto y corrió a despertarme abruptamente.

-. ¡Tiene que huir ahora mismo! - me dice con temor.

-. ¿Que? - dije desorientada.

-. Descubrí la razón del porque usted está aquí, el patrón la compro para hacerla su esposa, pero el solo viola a las jóvenes como usted y después las mata. -dice, yo me congelé en mi lugar. moriré si no salgo de aquí ahora mismo.

-. Vamos por unos dangos. - dice TN alegremente, el joven pilar asiente lentamente. Ambos jóvenes sonríen y se dirigen al puesto de comida, después de que Kyojuro se comiera casi todos los dangos.

-. Ven conmigo. - dice él, ella asiente con una sonrisa.

Se sorprende cuando el joven la toma en sus brazos cargándola, sus mejillas se sonrojan y le mira con sorpresa, el le dedica una sonrisa de lado antes de comenzar a saltar entre los tejados con ella en brazos. TN solo puede verle, sus cabellos danzando por el viento, cierra los ojos mientras se pega más a su pecho, disfrutando de su aroma tan masculino y agradable. Cuando siente que el movimiento se detiene, ella abre sus ojos, se encuentran en unos de los edificios más altos de toda la ciudad, desde donde se ve todo, las luces de los puestos en el festival, la inmensidad del cielo, el aire corre más calido de lo normal. El la deja delicadamente sobre el suelo, ella se acerca hacia la barandilla de madera del balcón. Una lluvia de colores ameniza el cielo, primero verde, después blanco, después roja, de distintas formas y matices, los llamados juegos artificiales. A su lado se encuentra Kyojuro, con la mirada dorada fija en el espectáculo nocturno y si, la vista era bella y encantadora, pero... Su rostro fino iluminandose con las luces multicolores, su cabello danzando por el viento, sus ojos brillantes mirando fijamente hacia el cielo y su cuerpo fornido y atractivo en total calma; aquello está a otro nivel de belleza, aquello era simplemente perfección.

Kyojuro siente la mirada intensa de TN fija en el. Entonces voltea a verle, azul y dorado se mezclan. Su corazón se acelera desbocado al contemplar belleza más pura. Su garganta se seca; había estado tanto tiempo pensando en las palabras correctas, en el momento correcto, pero todo había Sido en vano, se ha quedado mudo ante su belleza, su majestuosidad. ¿Desde hace cuánto la ha amado? Desde que la conoció ese día en el bosque, pero, el sentimiento no había llegado a su corazón paulatinamente al conocerla más, no. El sentimiento había golpeado si corazón con una fuerza imparable, derribando muros, paredes y sueños, había Sido un sentimiento tan intenso, tan grande e imparable que le había sido imposible contener. Cuando menos sintió, su corazón, su alma, su vida, su mente y su ser pertenecían ya a la portadora de esos hermosos ojos claros. Su mano acaricio la suave piel de su mejilla, suspiro; digamos que, ellos no se habían confesado nunca lo que sentía aunque, fuese más que obvio para la mayoría de gente que los rodea, ellos todavía tienen la idea fugaz de que tal vez el otro solo los mira como amigos. Pero el lo había decidido, esa noche el declararía sus sentimientos, si ella en cambio no sentía lo mismo, por lo menos lo habría intentado.

-. Te amo. - sus ojos se abrieron al escuchar su dulce voz pronunciar aquellas palabras. Sin tiempo de si quiera procesar todo, vio como ella salía corriendo entre los tejados, dejándole completamente sorprendido. Cuando reaccionó comenzó a seguirla, lo cual fue una tarea difícil no solo por la ventaja de tiempo sino también por la rapidez de su compañera. Pero nada le impediría alcanzarla. Cuando está cerca toma de su mano jalando hacia el, sus brazos la envolvieron fuertemente, como si temiera que ella pudiese desaparecer.

-. Cuando termine está misión, quiero que te cases conmigo. - le dijo el en un susurro.

-. ¿Que? - dijo ella alejándose de él para verle a la cara, la diferencia de tamaño es mucha.

-. Cuando termine está misión nos casaremos, invitaremos a todos los pilares, le pediré al jefe que una nuestra vida para siempre, nada nos volverá a separar de nuevo. -dice, ella entiende a lo que se refiere. Traga en seco.

-. Tu...tu ¿Sientes lo mismo por mi? - pregunta sorprendida, el joven suelta una risa.

-. ¿De verdad lo dudas? Desde el momento que te conocí mi mundo cambio, lucho cada día para hacer del mundo un lugar mejor para ti, respiro para verte una vez más, mi corazón late para amarte y existo por ti, mi existencia entera tiene solo el propósito de hacerte feliz. Lucho para protegerte y vivo para amarte. ¿Aún tienes dudas? - todo lo había dicho acariciando su rostro. Ella suelta lágrimas al escucharlo.

-. Tu me salvaste de la oscuridad, tu eres mi luz, mi esperanza, mi sol, mi luna y estrellas, mi mera existencia es gracias a ti. Comencé a vivir el día que tus ojos me vieron por primera vez. Claro que quiero casarme contigo, quiero vivir el resto de mi vida a tu lado y reencarnar en otra vida para volver a encontrarte, para volver a amarte en todas las vidas que pueda. -dice ella con lágrimas en los ojos.

Entonces, entre las explosiones multicolor del cielo, bajo un manto oscuro lleno de estrellas y en la cima del edificio más alto de la ciudad, sus rostros se acercaron, tan lentamente, cómo si fuesen atraídos el uno al otro con una fuerza más grande que la gravedad. Sus labios se unieron y otra explosión tuvo lugar en la noche, una más discreta, más interna e íntima; el deseo desbordante de unirse de todas las maneras posibles para siempre, los labios del joven acarician los de ella con lentitud y pasión, cómo si intentará de todas las maneras posibles recordar cada pequeña textura y sabor de los labios rosados. Ella coloca sus manos en su cuello y acaricia sus cabellos, mientas siente como las manos del joven se aprietan en su cintura uniendo sus cuerpos sin dejar un solo espacio entre ellos; cómo debe ser. Su calor, su olor y el movimiento de sus labios la enloquecen. Su cuerpo entero comienza a despertar por primera vez, necesitando más de su toque, más de su calor. El mundo desaparece y el tiempo se detiene, solo existen esos labios amando los suyos, ese cuerpo llenando la de calor y esas manos tocando su piel. La intensidad de sus bocas se hacen mayor y siente como la lengua hábil de su amante hace contacto con su boca, explorando cada pequeño rincón de su cavidad hasta encontrarse con su lengua y comenzar una danza interminable que termina solamente cuando el aire ya ha dejado sus pulmones. Al separarse se miran el uno al otro con ojos brillantes, labios hinchados y sonrisas enormes.

-. Te amo mi dulce luna. -

-. Te amo mi poderoso sol. -

Sálvame de la oscuridad (TN en kimetsu No Yaiba)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora