𝐌𝐚𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐮𝐧 𝐣𝐮𝐞𝐠𝐨 | 𝖬𝖺𝗋𝖼𝗈𝗌 𝖦𝗂𝗇𝗈𝖼𝖼𝗁𝗂𝗈

005

-Piedra,papel o tijera- dije mientras movía la mano.

-Naa,sos una tramposa- me dice Nacho.

-¿Por qué?,vos sos un mal perdedor,si sacas dos veces seguidas papel es obvio que te voy a ganar- me excusé.

-No,vos sacas después de que yo saco- me sigue hechando en cara.

-Ay no,sos muy llorón,ya no juego más.

-¿Disculpame?- me dice ofendido y empieza a hacerme cosquillas.

La puerta del patio se abre dejando escuchar gritos adentro. Era Marcos saliendo mientras suspiraba.

-¿Qué pasa ahí adentro?- le pregunta Nacho.

-Discuten- es lo único que dice.

Yo me levanto rápido y entro. Eran Julieta,Coti y Romina gritándose entre ellas,los demás no hacían nada por no querer meterse.

-Ah no,acá hay que ser persona perfecta- suelta Coti levantando los brazos.

Miro a Julieta que por poco y no le tiraba rayos con los ojos. Romina le seguía diciendo cosas y los demás seguían mirando.

-Chicos,les aviso una cosa,acá no se juega,acá se tiene que prometer a la persona ser leal para siempre...- y me fui de ahi porque entre los demás hablando no entendí lo que dijo.

Seguían y seguían y la cabeza me estaba empezando a doler,ya estaba un poco mal antes pero Nacho me distrajo jugando piedra,papel o tijera. Ahora escucharlas gritarse me hacía doler la cabeza el doble.

-¡Dejá de gritar!

-¡Dejá de gritar vos!

-¡No me dejás hablar!

Y dejé de escuchar a Julieta y a Coti porque me fui directo a la pieza. El mareo que sentí a la mañana volvió a aparecer con sus gritos. Ya desde el domingo sentía molestias pero supuse que eran los nervios y todo eso,pero ahora seguían y nerviosa ya no estaba.

Me acosté y me tapé todo el cuerpo hasta la cara. Los gritos se seguían escuchando pero ahora menos,hasta que la puerta se abre.

-No puede ser lo hipócrita que es boluda- dice Julieta y después sale de vuelta. Supuse que se lo decía a Romina porque se escuchó pasos detrás de ella.

No cerraron la puerta así que se escuchaba todo y cuando me destapo para cerrarla estaba Marcos parado enfrente mío con una pastilla y un vaso.

-Te dije que pidieras algo en el confesionario- me dijo dándome la pastilla.

-Te dije que no hacía falta- digo sentándome.

-Tomalo- me dice dándome el agua- o te lo doy yo a la fuerza.

-Pareces mi mamá- le digo tomándolo- ¿feliz?

-Sos terca Mila.

-Y vos muy pesado- digo jodiendolo y él se me queda mirando sin hacer nada- ay era joda.

-Dormite.

-Eso iba a hacer pero me interrumpiste- le digo y él pone su dedo en mi frente y me empuja para que me acueste.

Me tapa con la frazada y se va,sin decir nada más. Era callado cuando quería pero sus acciones me decían más que su boca. Entendí que trataba de ser amigable aunque no me hable tanto así que sólo sonreí y cerré los ojos.

No escuché si la pelea siguió porque me dormí hasta la mañana siguiente,anda a saber qué era esa pastilla porque me hizo dormir como un oso.

-Buen díaa- digo saliendo de la pieza encontrándome con Ariel.