𝐌𝐚𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐮𝐧 𝐣𝐮𝐞𝐠𝐨 | 𝖬𝖺𝗋𝖼𝗈𝗌 𝖦𝗂𝗇𝗈𝖼𝖼𝗁𝗂𝗈

012

Me temblaba un poco la mano mientras escuchaba a Del Moro hablar. Lo miraba con una sonrisa para disimular mi nerviosismo.

-Mila- me llama y mi corazón se acelera- ¿Cómo estuvo la semana?

-Bien Santi,ya empiezo a disfrutar más de la casa- le respondo y él sonreía.

-¿Ya encontraste a alguien que te guste?- pregunta y siento un calor recorrer mi cuerpo.

Sabía que tarde o temprano me iba a preguntar algo similar. Era algo que solía hacer así que no me sorprende que lo haga también conmigo.

-¿Cómo?- le pregunto haciéndome la tonta.

-¿No hay nadie que te llame la atención todavía?- pregunta sonriendo y sabía a quién se refería.

-Prefiero guardarmelo por ahora- contesto y Del Moro se ríe.

-Bueno,ahora sí Mila...esta semana,vos...- empieza a meter suspenso y yo sentía como mi corazón latía a mil por hora- ¡Estás nominada!

Sonrío asintiendo sin saber qué decir o hacer. Lo suponía,no era algo que me sorprendía. De todas formas me asustaba.

-Los nominados de esta semana son: Lucila,Alexis,Agustín y Milagros- nos informa.

Fui la última nominada y me sentí un poco mal por eso,pero no borré mi sonrisa en ningún momento.

-Nos vemos mañana de nuevo chicos,acordate Nacho que mañana tenés que decirme el nombre de la persona que sacás de placa- dice Santiago y se despide después.

Algunos se paran y van a la cocina y otros se van a la habitación. Yo me quedé sentada en el sillón viendo como se levantaban todos. Nacho se había ido a la habitación con Lucila y las chicas también así que yo me fui al patio en donde nadie estaba.

Cuando cierro la puerta del patio escucho que se abre y se cierra otra vez. Me giro y era Marcos parado mirándome y analizando mi estado.

-Mila...estás nominada- imito la voz de Santiago y Marcos se acerca a mí al escucharme.

-Tranquila...- dice y me abraza.

No pude decir nada más,lo que necesitaba era exactamente esto. Todo el día estuve siendo un manojo de nervios y no podía soltarlo. Él me da un beso en la frente y nos separamos.

-Gracias- digo en voz baja por la vergüenza.

-¿Qué?- me pregunta y lo miro.

Estaba sonriendo haciéndose el tonto. Yo le pego despacio en el brazo y él se ríe.

-Necesitaba eso- le digo y él me sonríe.

-¿Un abrazo?- me pregunta.

-No- le digo y él se queda confundido.

-¿Qué cosa?

-A vos- le respondo y se queda helado con mi respuesta.

Ni yo sabía de dónde salía eso. No lo pensé,sólo lo dije. Me fijo si no había nadie mirando y al confirmar que no estaba nadie en la cocina ya me acerco a él.

-No le digas a nadie que te dije eso porque te mato- aviso y él sonríe.

-intentalo- me provoca y yo lo agarro de la remera.

La sonrisa que tenía hace un rato se fue y me miraba muy fijo. Sus ojos bajaban a mis labios y volvían a mis ojos. Los dos no aguantamos y cuando nos íbamos a dar un beso escuchamos cómo Dani abre la puerta.

-Uy,perdón- nos dice y me separo.

-Dani- le digo sonriendo nerviosa.

-Voy a hacerme la que no vi nada,tranqui- dice ella sonriendo cómplice.