Una flama es suficiente
para hacer arder al mundo,
con desenfrenada pasióno inextinguible destrucción.
Una familiar joven entusiasmada va en taxi hasta una mansión reconocida, en las afueras de la ciudad; los mechones rojizos bailando al son del aire entrando por la ventana nos enseñan claramente que se trata de Victoria atendiendo a la cita de Marcus para entrenar, precisamente, a las 5 de la tarde.
La chica lleva unos atuendos más casuales: un top refrescante anaranjado y un short de entrenamiento negro. Lo cual revela sus fascinantes tatuajes de encantamiento, pero que, a la vista de cualquier persona normal, no son más que solo pinturas sobre la piel. También precisa de un bolso donde carga algunos objetos
—Aquí bajo, seño' —aclara pagando—, puede quedarse con el cambio.
Victoria baja y emocionada llama a la puerta de la casa... nadie responde a pesar de que ella observa a los múltiples guardias andando por ahí.
—Ehm, disculpen. Vengo a atender un entrenamiento con Marcus.
—El joven ahora se encuentra indispuesto —aclara un guardia acercándose al portón, pero sin abrir a la chica.
—¿Indispuesto? —Se confunde Victoria levantando la ceja—. ¿Qué pasó?
—No puedo decir tal información.
Tras un suspiro, la pelirroja nota que los guardias son de una organización privada de seguridad paralela al IPCEN mediante el logo de su vestimenta; saca de su bolso su identificación como agente del IPCEN explicando que es una líder de piso de Marcus.
—Ahora, solicito información del agente Marcus.
El guardia llama por su comunicador a un tercero, ofreciéndole a la chica que espere por alguien que la atienda mejor; quedando Victoria afuera con algo de impaciencia acumulándose. Tras varios minutos, Don Emilio sale de la casa y se acerca para atenderla con una expresión desmotivada.
—Viene a buscar al joven Marcus ¿verdad? ¿Por qué?
—Lamento las molestias, pero teníamos una sesión de entrenamiento hoy, hace cinco minutos. No me habló para cancelarla así que me gustaría saber por qué se encuentra indispuesto.
Luego de pensarlo un momento, Don Emilio extiende su mano.
—¿Puedo? —solicita el viejo aquella identificación del IPCEN.
—Por supuesto.
—También la bolsa, si no le es molestia.
—Ehm, claro.
La joven es capaz de evidenciar la extrema cautela con la que la tratan y el modo en que el mayor verifica todo, en búsqueda de que no haya alguna cosa potencialmente peligrosa, se nota que toman demasiadas precauciones, despertando un poco la inseguridad de la chica; pero breves segundos después le permiten el paso.
—Lamento mucho todo esto —reverencia el viejo con apacible voz—, pero el señor Valentino, padre del joven Marcus, incrementó los estándares de seguridad a causa del incidente de ayer.
—¿Incidente?
—Bueno... —la pausa prosigue con un gesto para que el guardia abra la puerta—. Sígame, le contaré en el camino.
Se le da a conocer a Victoria que Marcus casi muere ayer en la noche en una pelea contra un cazador de nivel de amenaza 5, totalmente superior en todo sentido al chico; que por milagro logró sobrevivir acabando con la vida del enemigo; pero que ahora su condición no es la óptima para ni siquiera despertar. El entrenamiento no se podrá realizar, pero ahora eso es lo que menos le importa a la pelirroja; ella se preocupa por el bien del novato, revolviéndosele el estómago por los nervios de imaginarse cómo de terrorífico habrá sido enfrentarse a alguien de amenaza 5. "Sobrevivió, eso es lo importante", piensa con la peor imagen del estado del chico viniéndosele a la mente.
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IPCEN
ActionEn un mundo donde existen unos seres sobrenaturales llamados Nahuales; dos jovenes, tratan de abrirse paso día a día ante las diferentes dificultades que significa ser un agente del IPCEN (organización encargada de la regulación de dichos seres), te...