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Los virotes se alzaban por todo el gimnasio, me sentía algo desconcertada al ver la ferocidad de algunos competidores. Estaba ansiosa, me aterraba que Jungkook no lograra ese primer puesto. Sin embargo, admitía también estar algo irritada, no podía creer que tuviera junto a mí a su "novia".
Sí, aquella chica que usaba a Jungkook como su pantalla mientras tonteaba con Kim Taehyung, un chico con apariencia de ñoño con el cual su padre no le gustaría verla relacionada. No tenía el suficiente carácter para contradecirlo, esa mujer hacía todo lo que su padre quería de ella y eso incluía al tipo de chico que fuera acorde al perfil que su padre había elaborado minuciosamente para ella desde su niñez.
-¿Quieres?-La bonita chica me ofrece un poco de sus palomitas, pero niego sin prestarle demasiado atención-Jungkook y yo creamos un guion para cuando terminemos. Es obvio que Jeon ganará, por eso estamos listos para el espectáculo.
Mis labios se vuelven una fina línea recta cuando escucho esto, incluso su ruptura sería una farsa. Pero debía admitir que eso me aliviaba, el saber que no tendría que seguir ese teatro desde las sombras, también el que su relación verdadera se basará en una simple amistad, añadiendo el que ella no tuviera intención alguna de interponerse. Pensar en ello solo me hacía erizar la piel, no quería ni imaginarme lo complicado que hubiese sido todo si ella tuviera sentimientos genuinos por Jungkook.
-No entiendo que esta sucediendo-Comparto exhausta de intentarlo por mi misma, no lograba comprender las reglas de este deporte-¿Qué es eso?
Señalo a las colchonetas y ella se encoge de hombros mientras traga lo que tiene en su boca.
-Por más que mi padre se dedique a este mundo tampoco se como funciona, solo míralo como si fuera "karate kid" y grita cuando el apestoso pie de Jeon se estampe en la cara de su adversario.
Hago caso a su consejo, sigo la corriente de las personas en el auditorio y me dejo llevar. Jungkook es sin duda uno de los favoritos, lo se cuando llega a la final y las personas aclaman más su entrada que la del contrario. No obstante, todo se torna raro en el desarrollo del último combate, los murmullos descontentos y el ceño fruncido de la chica a mi lado me dejan mucho por pensar. Pero, al diablo, no entendía nada
-¿Por qué invalidan su golpe? Fue limpio. Maldita sea, esto huele a rata muerta-Pronuncia entre dientes, dejando su puesto para ir en busca de su padre que discute con algunas personas.
