| Capítulo 21 |

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¡TIENES UN AGUJERO DE GUSANO EN TU CEREBRO!

Xiang Xi fue llevado por Cheng Boyan hasta el sofá, para sentarse

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Xiang Xi fue llevado por Cheng Boyan hasta el sofá, para sentarse. Una protuberancia se le formó sobre el hueso de su ceja y se le hinchó un poco. 

—Toma esto y aplícatelo —Cheng Boyan tomó una bolsa de hielo y se la colocó sobre la ceja: —Presiónala tú mismo. 

—Oye, oye, oye, no puedo soportarlo, es demasiado frío —dijo Xiang Xi, no podía fruncir el ceño, le dolía cuando fruncía el ceño: —Estoy bien, no me duele de todos modos, solo está hinchado. 

—Duele cuando está hinchado y no puedes cubrirlo con una pequeña curita —Cheng Boyan lo miró: —Eres tan engreído, tu Mohicano ya se ido, ¿eres acaso capaz de soportar otra vez tu cabeza hinchada?. 

Xiang Xi pensó por un momento, chasqueó la lengua y de mala ganas presionó la bolsa de hielo: —El punto aquí es que quiero comer los fideos primero, o de lo contrario, sabrán desagradable después de un tiempo. 

—Está bien —Cheng Boyan miró los tazones de fideos sobre la mesa: —Ya son grumosos cuando se terminan de cocinar. 

—Vaya —Xiang Xi se inclinó y echó un vistazo: —Ge, tu forma de cocinar es realmente excelente...

—Come despacio —Cheng Boyan le entregó los palillos: —Si crees que son demasiado grumosos...añade un poco de agua y un poco de salsa de soja. 

—...Me lo comeré —Xiang Xi tomó los palillos. 

Al tomar los palillos, rozó la mano de Cheng Boyan y Cheng Boyan se congeló. De pronto, agarró su mano. 

Las manos de Cheng Boyan estaban un poco frías, sus dedos eran fuertes y Xiang Xi se asustó por este repentino agarre. Después de temblar, sin sacar la mano, miró a Cheng Boyan: —Ge...Doctor Cheng...¿Qué estás haciendo?. 

Cheng Boyan no habló, pero apretó su palma y luego le tocó la frente. Luego lo soltó, dándose media vuelta y abrió el cajón del gabinete a su lado, sacando una pequeña caja. 

—Tienes fiebre —Cheng Boyan sacó un termómetro de la pequeña caja y se la entregó: —Tomate la temperatura. 

—¡Oh! me sobresalté, pensé... —Xiang Xi tomó el termómetro y se sentó en la silla: —Me la tomaré después de haber comido. Puedo ver que estos fideos tienen una buena virtud y puede que después me tome la temperatura, no sea capaz de comer algo. 

—Tómatela —dijo Cheng Boyan de manera muy simple. Sentado frente a él, inclinó la cabeza y comenzó a comer fideos, se llevó a la boca dos bocados y dijo algo: —No hay manera que esto lo pueda comer alguien. 

—No soy tan particular —Xiang Xi se colocó el termómetro en la axila izquierda, presionó la bolsa sobre su cabeza con la mano izquierda, liberando la mano derecha y comenzar a comer fideos: —Ge, tu familia está tan avanzada, ¿así que por qué tienes contigo un termómetro tan primitivo?, ¿no todos los hospitales ahora tienen un termómetro con forma de pistola?. Puedes saber la temperatura con solo un disparo en la frente. 

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