( Capítulo 85 )

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Xiang Xi sentía que es posible que todavía le apasione mucho el dinero, incluso en diez años más...

Después de tomar la foto, Xiang Xi fue hacia la computadora a mirarla y vio su rostro sonriente, se veía bastante guapo, por lo que no puedo evitar sonreír y tocarse el rostro

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Después de tomar la foto, Xiang Xi fue hacia la computadora a mirarla y vio su rostro sonriente, se veía bastante guapo, por lo que no puedo evitar sonreír y tocarse el rostro. 

Luego dijo con cierta preocupación: —¿Van a editar la foto? no quiero que mi lunar desaparezca. 

—No, no te preocupes —La Da-jie lo miró: —Saldrá así y la foto se archivará, y lo podrás usar para cualquier trámite a futuro. 

—Está bien —Xiang Xi sonrió, se dio la vuelta y salió de la sala. 

No era problemático solicitar una tarjeta de identificación, después de verificar la información, tomarse las huellas dactilares y pagar la tarifa, todo estaba hecho. Y tal como le dijeron, Xiang Xi añadió dinero para acelerar el proceso. 

—¿Quieres que se lo envíe por mensajería? ¿o quieres venir a buscarla usted mismo? —Preguntó alguien del personal. 

—¡Vendré a buscarla yo mismo! —dijo rápidamente Xiang Xi— Vendré yo mismo. 

La tarjeta de identificación era de gran importancia para él y realmente estaba un poco preocupado enviar esto por mensajería, así que prefería venir a buscarlo personalmente para más comodidad. 

—Puedes venir a buscarlo en un plazo de siete días laborales —El personal le entregó un factura y una nota: —Guarda esto y presenta esto cuando llegue el momento.

Xiang Xi lo miró y vio que en esta se detallaba la hora para poder venir a recoger la tarjeta de identificación. Lo guardó con cuidado la nota en su bolsillo y después de que lo presionó con sus manos nuevamente, el oficial Li y él salieron juntos por el pasillo.

Xiang Xi no dijo nada después de subirse a la patrulla. Después de solicitar la tarjeta de identificación, llegó el momento de acudir al centro de identificación para consultar los resultados de extracción de sangre, según como se acordó ayer. 

Pero en este momento, Xiang Xi de repente no se atrevió a mencionar este asunto y se sentó en la patrulla en silencio. 

El oficial Li no dijo nada y solo lo miró. Condujo la patrulla y giró directamente hacia la carretera principal. 

Xiang Xi nunca ha ido solo a la sala de extracción, por lo que no sabe cómo llegar desde el centro hasta allí, pero sabía que la dirección en la que iba era la opuesta de donde venía. 

El corazón de Xiang Xi dio un vuelco cuando vio el letrero azul en el centro de prueba. 

—Tal vez hoy no... —El oficial Li estacionó la patrulla y mientras hablaba, sonó su teléfono y contestó. 

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