Después de una incómoda cena, ambos subieron a la habitación para dormir plácidamente, o eso era lo que Sunoo pensaba cada vez que él cerraba los ojos y se desconectaba de la realidad y entraba en sus más profundas fantasías.
Pero Sunghoon... Él solo podía admirar las hermosas pestañas de Sunoo y su rostro relajado casi toda la noche, se podía decir que se acostaba en la madrugada y tan solo dormía unas pocas horas, pero admirar la belleza de su amado... Eso era lo único que quería hacer.
Algo que amaba Sunghoon de Sunoo era su gran capacidad para tener un sueño pesado, muy pocas veces se despertaba así él hiciera demasiados movimientos bruscos en la cama.
No le importó levantarse de la cama y caminar por los oscuros y fríos pasillos del departamento, llegó a la cocina y tomo el cuchillo que previamente había afilado, había quedado tan perfecto que podría atravesar la carne de alguien.
Pudo sonreír cuando tomo el utensilio en manos y subió a paso lento a la alcoba, como si se tratara de una película de suspenso, en dónde el asesino iba a cazar a su víctima en su propia casa.
La puerta de madera rechino al ser abierta lentamente por el mayor, aunque los sonidos para nada perturbaban el sueño del menor.
Sunoo, relajado y sin ningún afán de despertar, nunca imaginaria a su supuesto mejor amigo parado al frente de su cama, viendolo fijamente con un cuchillo en las manos, porque de ser así, se asustaría hasta morir.
—Suni... Mi querido Suni... Tan bello al dormir y tan precioso al despertar.—Sunghoon miraba el cuerpo del menor, su camisa un poco levantada mostrando un poco de su vientre y sus caderas, un short que a duras penas cubria sus glúteos y su piel siendo iluminada por los pocos rayos de la luna que se colaban por la habitación
Por el calor que hacía aquella noche, no tenía puestas sus cobijas, dejando al descubierto sus largas y sensuales piernas, blancas y sin rastro de vello. Sunghoon solía imaginar tantos escenarios sexuales dónde dejaba teñidas esas hermosa piernas blancas de un rojo carmesí.
Comenzó a pasear la punta del cuchillo sobre las piernas del menor, sin hacer ningún rasguño ni lastimando su piel, Sunghoon sabía que tanta fuerza de necesitaba para atravesar la piel. Al fin y al cabo será un gran médico.
—Suni... Kim Sunoo... No sabes cuántos sacrificios he hecho por ti, para que yo esté a tu lado y tú estés al mío.—Paseaba lentamente el cuchillo por sus piernas mientras susurraba cada palabra, el menor aún no sentía ningún cosquilleo incómodo de la punta metálica y fría
—No sabes a qué nivel de locura me tienes... No sabes a quienes quisiera matar para tenerte solo a mi lado.—Una sonrisa se formó en su rostro mientras de reojo por la persiana de la habitación pudo ver la luna llena
En su retorcida mente solo quiso hacer algo, una promesa divina... Porque muy en el fondo sabía que estabas perdiendo lentamente a Sunoo, y eso no lo permitiría jamás.
—Yo, Park Sunghoon, prometo que si algún día alguien viene a arrebatarte de mi lado... Te voy a matar a ti y a ese desgraciado... Porque yo, soy tu felicidad, soy tu todo y tu eres mi cura, eres lo que día a día me mantiene cuerdo... Cortaré tu piel hasta que llores, beberé tu sangre y haré de tu cuerpo mío sea como sea... Te haría sentir el infierno con el que me estarías pagando.—Sus palabras sonarían sacadas de una película de terror, pero él no mentía en cada cosa que salía de sus labios, porque si, estaba loco... Loco por Kim Sunoo
Sus ansias de enterrar el cuchillo en la piel de su amado se detuvieron cuando esté comenzó a moverse sobre la cama en busca del contrario, solía dejar que lo abrazará durante todas las noches.
«Yo... Yo sería capaz de todo por ti... Yo no resistiría que fueras feliz con alguien más, porque si vez la felicidad en otros, entonces, mataré a esos otros y serás mío para toda la eternidad, así tenga que cortar tus piernas para que no vuelvas a caminar, así tenga que cortar tus cuerdas vocales para que nunca vuelvas a hablar... Así tenga que hacer que abandones este mundo... Pero será en mis manos.» dejó el cuchillo en una de las gavetas de la mesa de noche, cuando volvió a acostarse en la cama Sunoo abrazo su cuerpo, sintiendo esa calidez que estaba buscando... Porque sin importar cuánto calor o frío estuviera haciendo, abrazaría a Sunghoon sin importar qué.
«Prometo, que bajo está luna llena, tu solo eres mío Kim Sunoo... Nunca de nadie más.» fue lo último que pensó antes de cerrar sus ojos para dejarse llevar por el sueño al sentir la calidez de su amado.
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A la mañana siguiente todo pareció normal, la cena incómoda de anoche junto a la conversación de Sunghoon parecían haber quedado olvidadas, Sunoo volvió a actuar tan lindo, cálido y amoroso como lo venía haciendo después de su primer beso... Sunoo siempre fue así con él, pero cuando se besaron por primera vez, algo dentro de ambos se encendió, cómo un llama caliente de fuego.
Tomaron el desayuno entre una comida charla y luego partieron rumbo a la universidad para otro día de estudios. Sunghoon trataba de organizar su agenda para el día de hoy ya que tendría que dar unas asesorías ese día, mientras que Sunoo trataba de resolver que hacer con dos chicos encima suyo, Soobin y Jay.
Quería de alguna u otra forma aclarar las cosas con Soobin sobre lo sucedido, mientras que con Jay, quería pasar más tiempo con él sin que su mejor amigo se diera cuenta de lo que hacía, porque de seguro le diría cosas malas de él que no parecen ser ciertas.
—Bien, nos vemos a la hora de la salida para entregarte las llaves del departamento, antes puedes pasar por una tienda para comprar algunas cosas que más tarde te diré, ¿Entendido, Suni?—Las yemas de los dedos de Sunghoon acariciaban la mano del menor
—Está bien.—Dijo con un tono triste, pues hoy quería estar con Sunghoon todo el día
—Nos vemos Suni, que tengas buen día.—Sunghoon se despidió de Sunoo para luego perderse por los pasillos entre la multitud de gente
Sunoo solo se quedó parado mirando a la distancia a su mayor desaparecer, después del beso sintió que debía estar más cerca de Sunghoon para que esté cumpliera su capricho de darle besos.
Salió de sus pensamientos cuando una mano apretó su hombro, se dió vuelta y encontró a un Jay sonriente y con sus cabellos desordenados, en toda la trayectoria no lo había visto seguirlos.
—Hey, tuve que correr hasta acá, se me habían pegado la sábanas y no puedo perder la clase de la primera hora.—Dijo tratando de recuperar aún el aire, Sunoo solo quería reír un poco por como había aparecido el mayor
—Eso explica el motivo de tu apariencia, Jay hyung.—Dijo sonriendo atontado, incluso Jay se veía tan lindo en esa extraña situación con sus cabellos totalmente desordenados
—Aún me quedan diez minutos, los iba a usar para comer algo ya que en casa no pude, pero mejor te acompaño a tu facultad.—Dijo pasando su brazo por la nuca del menor y caminando hacia la facultad de artes
Sunoo no tenía problemas con que Jay lo acompañara hasta su salón de clases, mientras Sunghoon no viera nada para él estaba bien.
Pero lo que no sabía es que otra persona pudo ver la escena, apretaba sus puños de ira al ver el intento descarado de Jongseong para conquistar el corazón de Sunoo.
«Maldito» fue lo que pensó Soobin al ver desde la distancia con Sunoo y Jay se sonreían mutuamente... Sunoo no sería feliz con él y tenía que hacer algo al respecto.
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Hola el capítulo de hoy tiene cosas fuertes wow, o bueno según yo si, pero aquí les daré mi mayor esfuerzo aunque muy pocas personas realmente se interesen por este fanfic.
Recuerden que ustedes son libres de corregirme algún error ortográfico.
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CONDANNATO ; SUNGSUN - JAYSUN
Fanfictionestaba ciego y confundido, su mejor amigo de la infancia lo torturaba sin que él se diera cuenta de la realidad, mientras que que desde la distancia, un jóven quería salvarlo de lo que se consideraba como el peor castigo humano. "condannato" condena...