Capítulo 11

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Capítulo 11: Feliz año nuevo.

Se dejó caer en una de las sillas de la sala de espera del hospital, sonriendo por la algarabía que habían formado las enfermeras y los demás médicos de guardia.

La guardia de ese día no era fácil para ninguno de ellos, no tanto por el cansancio, si no a nivel emocional. La gran mayoría de los que estaban allí trabajando a esas horas de la noche tenían a alguien esperando por ellos en casa, pero alguien tenía que quedarse en el hospital para atender a aquellos que, por una razón u otra, requerían de atención médica.

Era parte de su trabajo. Todos los presentes sabían que esa era una responsabilidad que venía incluida con su profesión, por lo que, para aliviar un poco el malestar de no poder encontrarse en casa, habían organizado una pequeña fiesta de año nuevo en la sala de espera del hospital.

Siyeon ya estaba acostumbrada a pasar el año nuevo en la emergencia del hospital. Aunque no lo admitiría jamás, una de las razones por las que tomaba la guardia ese día era porque, de no hacerlo, Minji tendría que cubrir la emergencia y a diferencia de Siyeon, Minji tenía una dulce esposa esperándola en casa para cenar juntas, que sin duda alguna se pondría a llorar de la tristeza si ella no llegaba a casa antes de la media noche.

El conteo regresivo era dictado por el presentador del programa especial de año nuevo que veían en el televisor de la sala. Rápidamente los demás presentes se unieron a la voz del presentador, entre risas.

- Tres, dos, uno ¡Feliz año! - exclamaron todos al unísono.

Siyeon se limitó a sonreír, mientras correspondía de manera política los abrazos y apretones de mano que le proporcionaban sus compañeros. Una enfermera le acercó una botella de cerveza sin alcohol, que Siyeon tomó agradecida.

En un par de minutos todo volvería a la normalidad, y eso significaba que apenas tenía un par de horas más para que la emergencia empezara a llenarse de comas etílicos e intoxicaciones alimentarias. Con un poco de suerte, este año no le tocaría amputar ningún dedo por culpa de algún cohete mal manipulado.

Se escabulló entre el personal y salió de la emergencia, sentándose en una de las bancas que se encontraba en la entrada, mirando el cielo llenarse de colores por los múltiples fuegos artificiales que explotaban en el aire, iluminando la noche. Como casi todos iban a la terraza del hospital a observar el espectáculo, la banca le proporcionaba un poco de paz.

Además, sentada allí podía observar fácil cuando alguien llegara a la emergencia para ser atendido, así que obtenía el doble de beneficios.

Aprovechó el momento para marcar el número de Gahyeon, quién acepto la video llamada casi al instante, permitiéndole así charlar por un rato con sus madres, mientras escuchaba como sus sobrinos se quejaban porque no había podido pasar el día con ellos, entre bostezos.

Vaya que estaban las cosas movidas en su casa. Sin duda hubiese sido divertido estar allá.

Después de unas cuantas lágrimas por parte de su mamá Yuri y la promesa de que iría a visitarlos al salir de la guardia finalizó la llamada. Un gruñido por parte de su estómago la hizo suspirar. Según su teléfono, aún tenía tiempo para ir a la cafetería a comer un aperitivo antes de que llegara la primera emergencia, así que guardó el teléfono en el bolsillo de su uniforme e hizo el ademán de levantarse de la banca.

Estuvo a punto de gritar cuando sintió que alguien la agarraba por la muñeca.

Giró la cabeza para encontrarse con una Bora que le sonreía, ocupando el espacio vacío junto a ella en la banca, con un largo abrigo negro y un paquete entre sus manos. Alzó la ceja ante la expresión de confusión de Siyeon, visiblemente divertida, mientras mantenía su mirada fija en los dos orbes borgoñas que no podían ocultar su alegría.

You are my sickness [Suayeon]♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora