Aterrizaron en Edimburgo puntuales. En el aeropuerto la esperaba un hombre de aspecto serio y austero que sostenía un cartel con su nombre —mal escrito— en él. Ella sólo llevaba equipaje de mano y una mochila. Tampoco creyó necesario hacer lo contrario de lo que le habían pedido. Por otra parte, casi resultaba mejor así. Si traía consigo pocas cosas sería muy práctico por si tenía que irse en el primer avión de vuelta a casa.
"Espero que sea un trabajo respetable y que el jefe no sea un tío raro o un pervertido", pensó.
Estaba desesperada por empezar de nuevo. El sueldo estaba muy bien y le iba a permitir ahorrar para pagarse un máster o empezar de cero. Cualquier opción le parecía buena.
El hombre que respondía al nombre de Angus Mc Dermott torció el gesto cuando Eleonora le entregó el exiguo equipaje que traía consigo. Un gran bolso de cuero gastado y una maleta de fibra de vidrio con los colores deslucidos por el uso decían mucho de ella. Angus los puso diligentemente en el maletero y cerró la puerta con un golpe seco.
La joven se quedó mirando el interior del turismo de gama alta y lunas tintadas que conducía el hombre de confianza de su nuevo jefe intentando mantener una calma que estaba lejos de sentir. Contuvo la respiración y se sentó en el asiento trasero, intimidada por tanto lujo.Había buscado información por internet a cerca de aquel tal Jasper W. Fraser y no había encontrado ni rastro de él en las redes sociales, ninguna foto...nada... Para colmo de males lo que encontraba no guardaba ninguna relación con el sujeto que buscaba.
Era un misterio.
Eleonora estaba intrigada y expectante. El conductor del vehículo le había revelado que era un hombre muy ocupado, pero que la recibiría ese día.
—Tiene suerte, señorita Andrade. El señor Fraser no suele dejarse ver. Tiene muchas responsabilidades y a menudo carece de tiempo para ocuparse él mismo de sus asuntos. Sin embargo, usted se va a ocupar de sus hijos y por eso quiere conocerla en persona.
Eleonora tragó saliva, estaba nerviosa. Miró por la ventanilla. El viaje hasta Aberdeenshire duraría dos horas y cuarto por la carretera de la costa. Conforme avanzaban, el paisaje costero se le iba antojando melancólico y en cierta manera familiar. Ella ya había visitado la costa escocesa mucho tiempo atrás, gracias a su beca de estudios.
Recordó a Richard y su ingenuidad al pensar que había encontrado en él a la persona correcta. Pensaba que era el amor de su vida... Y qué equivocada había estado. Se preguntó qué tal le estaría yendo con aquella despampanante "compañera" de trabajo que dormía en camas ajenas y con la camiseta de sus amigos comprometidos. Suspiró, realmente esperaba que recibiera de su propia medicina. Estaba muy lejos de haberlo perdonado.Todavía le dolía.
Pero Barcelona estaba lejos; su vida de antes nada tenía que ver con el ahora. Miró su reloj digital vintage de muñeca y luego el móvil. Les había enviado un mensaje a sus familiares para avisar de que ya había aterrizado y que se encontraba bien. También se mantenía en contacto con Marta. Por lo menos, no iba a estar sola aunque aún no había recibido respuesta.
Le daba igual, el paisaje era espectacular... aquello compensaba casi cualquier cosa. Se decidió a capturar imágenes que resultaran inspiradoras para poder llevar a cabo un nuevo proyecto artístico; tendría que buscarle un nombre con gancho. Su cerebro empezaba a babear de sólo pensar en ponerse manos a la obra.
Hacía tanto tiempo desde la última vez...
"Dios, espero no haber perdido facultades", pensó mordiéndose el labio inferior con aprensión.
El chófer no había abierto la boca desde que la recogiera en el aeropuerto. Las miradas penetrantes que le dirigía desde el retrovisor la incomodaban. De vez en cuando le sonreía y él apartaba la mirada para volver a concentrarse en el volante.
ESTÁS LEYENDO
¿Qué me has hecho? [EN EDICIÓN]
RomanceLa joven Eleonora Andrade está decepcionada con la vida. No ha conseguido nada de lo que se había propuesto. Ni con su carrera como artista plástica, ni en el amor. Así que decide romper con todo y regresar a su lugar de origen. De vuelta en casa d...