Capítulo 15: Una travesura y un nombre misterioso

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 Se habían puesto nerviosos cuando al abrir la puerta se la habían encontrado de frente

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 Se habían puesto nerviosos cuando al abrir la puerta se la habían encontrado de frente. Por suerte, ya no había que temer. Nora se había ido por fin sin sospechar nada.

—Kenna...se lo tenemos que enseñar a papá.— Dijo Logan preocupado alternando la mirada del libro a la puerta de la habitación.

Pero la niña  estaba fascinada con su nuevo juguete. 

—¡No...! Tiene que ser nuestro secreto.—Kenna lo sostuvo y examinó con atención las desgastadas tapas de cuero en el que estaba encuadernado el libro.— Mira, pero si parece un grimorio ¡Qué emoción!—Exclamó aplaudiendo.

Logan frunció el entrecejo y se cruzó de brazos. 

—¿Y qué es un grimorio? A mí  solo me parece un libro viejo. Y está asqueroso...—añadió con una mueca de manifiesto desagrado en su rostro infantil. 

Sentía las manos sudadas y se angustiaba con solo mirar aquella cosa que habían encontrado en una de sus muchas escapadas a la parte prohibida del castillo de su familia.

Pero Kenna estaba totalmente fascinada con su hallazgo de aquel día. 

—¿Cómo es que no lo sabes?—Inquirió mirando al techo con fingida exasperación.

—Yo no soy un sabihondo como tú...

La niña suspiró y le dio la respuesta. 

— Está bien...Un grimorio es un libro de magia, tonto.—Aclaró mirando a su hermano con infantil arrogancia.

Pero Logan retorció los labios en una mueca de disgusto. Sentía aprensión hacia  aquello que implicaran artes arcanas y todo lo relacionado con la hechicería. 

—¿Magia? Ay no...tengo miedo, Kenna... deberíamos dejarlo donde lo encontramos.—Repuso palideciendo y cruzándose de brazos.

Sin embargo, la niña se abrazó al libro. No estaba dispuesta a deshacerse de él.

—¿Estás loco? ¡No! 

Logan miró a su hermana buscando hacerla cambiar de idea. 

—Pero es que a mí no me gusta...—Añadió su hermano  sombrío con voz quejicosa.

Kenna sonrió cada vez más emocionada. Estaba a años luz de la opinión de Logan sobre el hallazgo.

Se aproximó a Logan con una amplia sonrisa. 

—¿No te das cuenta? este libro quizá pueda ayudarnos a comprender lo que pasa en este castillo. 

Pero el niño no estaba dispuesto a dejarse convencer. Su hermana tenía gustos muy extraños y a veces conseguía asustarlo. 

—No me gusta, Kenna. Tiene algo que me pone la piel de gallina...—Objetó su hermano arrebatándole de sorpresa el libro de las manos.

Kenna frunció el entrecejo molesta por la reacción inesperada de su mellizo.

¿Qué me has hecho? [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora