21.- Hidromiel

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Aren entrelaza sus dedos con los míos y me conduce hacia el interior del palacio. Tomamos el ascensor y Aren marca el botón en negro de la parte superior. El ascensor nos transporta rápidamente hasta el piso más alto y las puertas dan paso a una enorme habitación.

Todo aquí es en dorado y negro.

-Creo que no te lo he comentado antes, pero el palacio es impresionante.

-Y eso que aún no lo recorres completamente-desaparece y aparece a mi lado nuevamente con una chaqueta de cuero negro, demasiado grande para mí.

-¿Y esa chaqueta?

-Para nuestro viaje.

-¿No se supone que debíamos bajar?

-Desde aquí podremos salir mejor. -responde con una sonrisa.

-¿Me llevarás volando?

-Desde luego, nuestro primer vuelo de casados. -paso las manos por las mangas de la chaqueta y Aren me la cierra. Caminamos hacia el balcón de la habitación donde el aire sopla violentamente. Me carga en sus brazos mientras enredo mis manos en su cuello-. ¿Lista?

-¡Lista! -exclamo mientras Aren da un salto y salimos volando del palacio.

Mientras Aren busca altura, miro a mi alrededor y me oriento en donde estoy. Le doy las instrucciones de a donde debe ir y rápidamente comienza a moverse entre las nubes y el cielo repleto de estrellas. El aire es frío y despeina y enreda mi cabello. Apenas unos minutos después de nuestra salida, Aren comienza a descender en medio de un claro del bosque.

-¿Segura que es por aquí? -pregunta algo desorientado mientras me baja de sus brazos.

-Sí-me sostengo de su antebrazo y me saco los zapatos para que mis pies toquen el suelo-. Sígueme.

Tiro de su mano por el medio del bosque oscuro rumbo a mi destino. Y entonces mágicamente las luciérnagas comienzan a salir de entre la hierba y forman un camino iluminado. Camino mientras sonrío como idiota. Esto es como sacado de un cuento de hadas o de una novela de fantasía. En la distancia comienza a formarse la silueta de una cabaña que se mimetiza con el paisaje. En cuanto estamos cerca de ella, las lámparas del camino se encienden al igual que las luces de la casa dándonos la bienvenida. Creo que esto de ser bruja me está comenzando a gustar.

-Con tantos siglos que llevo aquí, es la primera vez que veo esta cabaña.

-Solo es accesible para las brujas que se casan. -le respondo con una sonrisa mientras Aren me mira intrigado-. Soy la primera bruja que se casa, así que somos los primeros en disfrutar de ella.

-Pues entremos, muero por sacarte ese vestido.

Ahora es él quien tira de mi mano hacia la cabaña. Contengo la risa mientras avanzamos entre el prado verde que se extiende bajo mis pies. La cabaña luce realmente pequeña, está construida junto a un árbol de proporciones gigantescas y contra una montaña. Aren me carga en sus brazos en cuanto pongo un pie en el Porsche.

-¿Piensas cumplir con todas las tradiciones?

-Algunas son necesarias. -murmura con una sonrisa mientras yo rio a carcajadas y él empuja la puerta.

Aún estoy riendo cuando Aren me baja justo después de cruzar el umbral. Y me quedo con la boca abierta. La pequeña y deslustrada cabaña, por dentro es totalmente diferente. No me esperé para nada esto.

El árbol se encuentra justo a la derecha en cuanto entras y se convierte en una escalera que da acceso al piso superior. Sus raíces, hacen en pequeño escalón que te lleva hacia la pequeña cocina comedor. El suelo y las paredes del piso inferior son de piedra. Camino unos pasos dentro de la estancia y admiro todo a mi alrededor. Frente a mi hay dos banquetas detrás de una barra de ónix negro. Mas allá una pequeña pero moderna cocina con encimeras de igual color. A la izquierda hay una puerta que más tarde exploraré. Ahora quiero ver la habitación principal.

Puro Fuego©✔️(+18) #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora