Anonymous Texts | Wenclair

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| Enid's Pov |

–Sigo pensando que su prueba se ser licántropo es mentira– le dije a Wednesday mientras caminábamos por el pueblo.

Había obligado a Wednesday a volver a pasar por el pueblo, luego del asunto de Tyler no quiso volver a pisarlo, mucho menos la cafetería.

Wednesday accedió de inmediato cuando le dije que la ayudaría a resolver el misterio de su admiradora, dos cabezas piensan mejor que una. Pero era con una condición; pasar un día de chicas.

–Vamos a la heladería– pedí, Wednesday asintió desconcertada.

–¿Por qué lo crees?– preguntó luego de unos segundos.

–Si fuera un licántropo lo hubiera descubierto de inmediato, hay pocas chicas y además conozco a todos en Nevermore– expliqué intentando sonar convincente.

–¿Debería de confiar en tu palabra?– me dedicó una corta mirada de desconfianza.

–Me ofende que desconfíes de mí, arriesgué mi vida por ti– fruncí el ceño frenando frente a la heladería.

–No es una situación de vida a muerte, es una chica que a la que la atraigo, podrías estar cubriéndola– se encogió de hombros.

–El punto es que... eres la única persona en Nevermore, además de Yoko y Ajax, en la que confío plenamente. Si supiera quién es tu admiradora serías la primera persona a la que le contaría– solté un suspiro pesado –si no confías en mí y no quieres mi ayuda, eso ya es tu problema– entré a la heladería.

–Bien, siento haber desconfiado de ti– entró detrás mío, con sus brazos cruzados.

–Un helado de fresa, por favor– pedí ignorando a la pelinegra detrás.

Una de las trabajadoras miró a Wednesday esperando a que dijera que sabor de helado deseaba, Wednesday; confundida, frunció el ceño.

–¿Por qué me mira así? De seguro es la acosadora– me dijo en un susurro.

–Está esperando a que le digas cuál sabor de helado deseas, Wends– respondí burlona, intentando no reírme.

–El chocolate más amargo que tengas– respondió con su típica mirada de asesina serial, tuve que aguantarme la risa al observar la expresión de temor de la trabajadora.

–Wednesday, pobre chica– murmuré mirándola con reproche.

–Ella empezó mirándome como si fuera una retrasada– respondió sin darle importancia.

–Tiene sus razones– me encogí de hombros ganándome una mirada asesina de parte de Wednesday, reí.

–Disfruta la última vez que te ríes antes de que te disturbe– fruncí el ceño –mientras que duermas–

Hice una mueca de temor mientras que me entregaban mi helado, luego de que Wednesday tuviera el suyo pagué por ambas.

–No debiste de haber pagado por mí, puedo hacerlo por mi cuenta– reprochó al salir del lugar.

–Es una tarde de chicas, solo... disfrutemos– le guiñé un ojo inocentemente, Wednesday desvió la mirada.

Wednesday caminaba unos pasos adelantada de mí para buscar un sitio en donde sentarnos, disimuladamente aproveché para enviarle un mensaje de texto a Ajax.