Anonymous Texts | Wenclair

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| Wednesday's Pov |

Caminaba de un lado al otro de la habitación con mis brazos cruzados, discutiendo mentalmente que decirle a Enid. Frené el paso cuando me estaba por tropezar con uno de sus peluches, era de un hipopótamo, bastante grande comparado a los otros.

Lo tomé entre mis manos sintiendo de inmediato su fragancia impregnada en él, al dejar de sentirla lo acerqué más a mi olfato.

Lancé el peluche lejos en cuanto oí la puerta de la habitación abrirse, este impactó contra el rostro de la persona que aún no había visto.

–¡Genial! Gracias por recibirme así, Wednesday– oí un quejido, me giré en cuanto reconocí la voz de Enid.

–Lo siento, no fue mi intención, ¿te encuentras bien?– pregunté acercándome a una distancia considerable.

–Ahora te importa– sus ojos conectaron con los míos, los suyos cargaban cierto enfado.

–Siempre me importas– solté sin pensar, el rostro de Enid se suavizó.

–Vine a buscar mi...– hizo una pausa para darle una rápida mirada a la habitación –mi peluche de cerdo... si, eso–

Enid pasó por mi lado a recoger sus pegatinas, rápidamente volvió a donde se encontraba antes, frenó dudosa.

–¿Puedo hablar contigo?– pedí, observé un leve brillo asomarse por los ojos de Enid.

–¡Claro! Digo... claro, si, no hay problema– soltó un suspiro pesado, luego sonrió nerviosa.

–Siento no haber confiado en ti– evitaba su mirada –y haberme comportado mal frente a ti– seguí –te aprecio, Enid–

Una sonrisa sincera se escapó por los labios de Enid, mis labios se elevaron a un costado fingiendo una sonrisa.

–Estás perdonada, Wends– se acercó y abrió sus brazos, me alejé un paso por instinto –aún no abrazos, lo entiendo–

Asentí con la cabeza dirigiéndome a mi lado de la habitación, me senté en mi escritorio esperando a Enid.

–¿Observaste el fondo? Se ve claramente que es San Francisco– talló el fondo con su dedo índice.

–No hay muchos aquí que provengan de San Francisco– dije, Enid asintió.

–Utiliza una camiseta de hockey en el hielo, creo que es...– se acercó más a la fotografía –San Jose Sharks–

–No logro reconocer su apariencia, nunca antes he visto ese rostro aquí– fruncí levemente el ceño.

–Tampoco yo, de todas formas la fotografía contiene muchas pistas, podemos analizarla con más profundidad– se alejó a una distancia considerada.

Un silencio extraño se formó en la habitación, permanecí analizando la fotografía mientras que Enid estaba bastante pensativa.

Soltó un suspiro de frustración y se acercó a la puerta con intenciones de abandonar la habitación.

–¿No venías a por tu peluche de cerdo?– se detuvo al escuchar mi voz.