Anonymous Texts | Wenclair

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| Enid's Pov |

–Wednesday..– pronuncié el nombre de cierta chica gótica concentrada en su escritura.

–Enid– se levantó de su lugar –¿cómo te fue?– se acercó unos pasos.

–Bien, supongo que si– respondí nerviosa, la mirada de Wednesday bajó a la caja de bombones.

–¿Qué es eso?– frunció el ceño observando la caja.

–Un obsequio que Lucas me dio, es una larga historia y..–

–Tengo el tiempo necesario– me interrumpió aún mirando con el ceño fruncido el regalo –¿no se suponía que no era una cita?–

–Y no lo era, el confundió las cosas y...–

–¿Y?– volvió a interrumpirme.

–¿Hoy es el día de interrumpirme? Carajo, ese idiota me interrumpió más de cinco veces y encima me interrumpió besándome sin mi consentimiento– me quejé hablando atropelladamente.

–¿Te beso sin que tú quisieras? ¿Cuál es su domicilio?– preguntó acercándose a su escritorio para tomar una libreta.

–No creo que eso sea buena idea– nerviosa le quité la libreta de las manos –pero si, su forma mas inteligente de callarme fue besándome–

–No lo culpo..– caminó unos pasos con sus brazos cruzados.

–¿Justificas los besos sin consentimiento?– cuestioné con el ceño fruncido.

–Simplemente pienso que hay veces en las que la mejor manera de callarte es besándote– se encogió de hombros.

–¡¿Insinúas que hablo m...?!– fui interrumpida por sus suaves labios tomando los míos.

Wednesday tomó mi cintura con delicadeza, inconscientemente mis manos rodearon su cuello. Un pequeño jadeo de sorpresa se escapó por mis labios cuando la más baja le dio un inocente apretón a mi cintura.

–¿Te lastimé?– se alejó con preocupación.

–No, tranquila, todo está bien– esbocé una sonrisa sin mostrar los dientes, Wednesday robó un último beso de mis labios.

–¿Buscamos opciones de películas?– preguntó dirigiéndose a mi cama.

–Está bien– la seguí emocionada, ambas nos recostamos con mi laptop en mis piernas.

Deslicé entre todas las opciones que la plataforma me proporcionaba, Thing abandonó la habitación para tener otra pijamada con Ajax y Xavier, no sin antes despedirse.

Optamos por un cliché adolescente de una chica que cumplía sus dieciséis años y, por lo que había leído, sus deseos se cumplían gracias a unas velas "mágicas".

A Wednesday no le importó ya que simplemente se recostó en mi hombro, acción que me sorprendió pero para nada disgustó.

–Wends, ¿estás segura de que quieres mirarla? Podemos mirar algo más... de tu estilo– propuse pausando la película.

–Así como tú intentas adaptarte a mis gustos, yo quiero hacer lo mismo contigo, lo mereces– se encogió de hombros dándole play a la película.