Anonymous Texts | Wenclair

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| Enid's Pov |

Suspiré pesadamente mientras observaba mi silueta en el espejo analizándola en busca de algún defecto, a simple vista no encontraba ninguno así que solo me hablaba a mi misma en un intento de autocontrol.

En cuestión de minutos Wednesday entraría a la habitación para sacarme de Nevermore y salir, todo indica que sus intenciones van mas allá de pasar tiempo juntas; quiere comenzar algo oficial.

Bueno, al menos eso me dijo Ajax luego de que lo haya torturado a preguntas y amenazas con que le contaría ciertas cosas a Xavier, el gorgona confesó que Wednesday tenía planeado preguntármelo.

Wednesday ingresó a la habitación unos cinco minutos después, no me percaté de su presencia ya que tenía una batalla constante en mi cabeza. Me sobresalté cuando su mano envolvió la mía elevándola a la altura de sus labios, dejó un beso en ella.

–Enid– pronunció al no recibir respuesta de mi parte.

–W-Wednesday... hola– murmuré nerviosa, Wednesday elevó sus labios hacia un costado formando una sonrisa.

–¿Estás lista para irnos?– preguntó soltando mi mano con delicadeza.

–Sip... lo estoy– Wednesday asintió entrelazando nuestras manos.

Nos dirigimos hacia una salida oculta de Nevermore en donde había un vehículo estacionado. Era el mismo que nos llevó hacia nuestra primera cita, perteneciente a su tío Fester.

Me extrañó que este no dijera una palabra en el camino, supuse que Wednesday lo había amenazado ya que noté como Fester reprimía varias sonrisas gracias a la atenta y fría mirada de su sobrina.

Le di un leve apretón a su mano aún entrelazada con la mía, Wednesday desvió la mirada hacia nuestras manos y luego la subió hasta conectar nuestras miradas. Inconscientemente comenzamos a acercarnos pero fuimos interrumpidas por un carraspeó.

–...No se besa antes de la cita...– volvió a carraspear.

–Voy a..–

–Wends– la interrumpí mirándola con reproche, ella solo bufó.

–Hija de Gómez tenía que ser..– murmuró Fester provocando que dejara salir una risilla.

–No es motivo de risa, Enid– Wednesday apartó nuestras manos con molestia.

Minutos después llegamos a un lugar que se encontraba a pocas cuadras del centro de Jericó, por su decoración en el exterior parecía ser un museo.

Ambas entramos a un lugar completamente vacío y silencioso, solo se oían nuestros pasos y respiraciones. Estaba repleto de distintos cuadros y esculturas, todos eran artistas de la zona.

–¿Cómo supiste que siempre quise visitar un museo?– le pregunté luego de haber recorrido el lugar con una mirada que derrochaba emoción.

–Cuando te pedí tu laptop para ver casos de asesinos seriales en verdad fue para husmear en tu Pinterest y conocer gustos tuyos que no conocía– hizo una pausa para tragar saliva pesadamente –quizá revisé tus tableros..–

–Debería de enojarme porque revisaste entre mis cosas, pero fue por una buena causa así que está todo bien– le guiñé un ojo.