_____ y Felix están comprometidos por conveniencia de ambas familias. Ninguno de los dos está disgustado con la desición, sin embargo, hay dos problemas en todo esto:
•_____ está enamorada de Felix y Felix está enamorado de _____.
•Para Felix, resul...
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FLASHBACK POV AUTOR OMNISCIENTE.
Era un día calmoso. El clima perfecto que la familia Lee ansiaba para poder festejar su día de campo.
Las mujeres cocinaban; los hombres preparaban la fogata; y los niños jugaban en el campo.
—¡Tía Nae!
Una pequeña castañita corrió hacia la joven mujer, con sus ojos brillantes. En sus manos posaban unas bellas flores de diversos colores.
—Tome una, por favor.
—Awww linda, muchas gracias —respondió la mayor, tomando la flor amarilla.
Por otro lado, un pelinegro fruncía su ceño desde la lejanía. Cruzó los bracitos y giró la vista, en busca de su hermano. Finalmente, un pequeño Felix de cuatro años vio a su mayor, con la lengua de fuera, concentrado en romper cartones para la fogata.
—¡Mino! ¡Mino! —llamó con entusiasmo.
—Te caerás si corres así, Lix, ¿Qué pasó?
—Quiedo flohes pada mami —puchereó.
—Estoy ocupado, pequitas, vayamos después de que termine.
—¡Nooo, Chae-won se las está llevando todas!
El mayor soltó una carcajada, desconcertando al pequeño. Este detuvo su labor y se acercó a su hermanito, dando una caricia en su cabello.
—Estamos en un enorme campo, no se van acabar.
—¡Peho yo quiedo ahoda, Mino!
—Espera a que termine, no seas berrinchudo o te acusaré con mamá.
—Eles malo, Mino —balbuceó, sacándole la lengua.
Felix no esperó más respuesta y se fue corriendo.
Era un campo enorme y Minho le dijo que no se acabarían las flores, la cuestión ahora era que a dónde sea que volteara el pequeño, sólo podía encontrarse con puras ramas secas y pasto largo.
«Mi mami ama las blancas con amarillo». Se mentalizó, pasando su mirada de lado a lado.
—¡Lixie!
Sus oídos reaccionaron a la dulce voz que le llamaba. Una sonrisa se dibujó en su rostro y se giró, listo para correr a los brazos de la mayor.
—¡Hannie! Te necesito.
—¿Qué pasa pequeño? —preguntó, acomodándole su suéter.
