MANNEQUIN || LEE FELIX

33. 143, I LOVE YOU

No sabía cómo sentirme.

Estaba en mi habitación del hospital completamente nerviosa. Había hecho caso al consejo de Felix y le mostré a Yeji todo aquello que había escrito en mi teléfono. Le supliqué que no dejara que se llevaran a Rudy de casa, y sin embargo, no me prometió nada. Ahora sólo estaba esperando por la llamada de Seungmin para que me avisara el momento en que se la llevarían de vuelta a la casa hogar.

Levanté la mirada cuando escuché la puerta de mi habitación. Un castaño sonriente me saludaba, mientras dejaba sobre mis manos una bolsita de golosinas.

—Lamento no haber venido antes.

—No te disculpes, Jun, igualmente terminaría aburriéndome de ti si me visitas a diario.

Yeonjun abrió la boca en completa ofensa por mis palabras. Reí ante su gesto y dio un golpe ligero en mi rodilla. Se acomodó en la silla y comenzó a analizar por completo el lugar.

—¿Cómo la llevas?

—Todo bien, sí todo sale como lo están planeando, lo más seguro es que tengamos buenos avances.

—Eso es increíble, ya quiero llevarte de nuevo a una fiesta —musitó, acercándose un poco—. Extraño tu versión ebria.

—Yah, debes borrar todos esos sucesos de tu cabeza, además, me prometí a mí misma que no volvería a probar una sola gota de alcohol por el resto de mi vida.

El otro se burló, contagiándome con su diversión. La intensidad de su risa disminuyó eventualmente hasta que quedó una linda sonrisa de su parte. Quedamos en un silencio tranquilo, y luego llevó su mano dentro de su bolsillo, hurgando la misma.

—Traje algo para ti... Uh, Espera... Aquí está —avisó, tendiendo una hoja.

—¿Qué es?

—Este chico frente a ti hará su debut como modelo en la pasarela de moda de la universidad, las chicas me interceptaron y bueno, por lo menos me gustaría que pudieras ir o ver la transmisión en vivo —explicó, cerrando sus ojos y juntando sus manos a modo de súplica—. No me dejes morir solo en ese infierno.

—Te acompañaré en tu vergüenza, Jun, lo prometo.

Sonrió emocionado y se abalanzó contra mí apretujándome con un abrazo fuerte. El carraspeo profundo, seguido del sonido de la puerta cerrándose, terminó con el momento. Yeonjun se separó delicadamente y ambos pudimos presenciar el momento en que la mandíbula de Felix se tensó magistralmente, dejando relucir sus hermosas facciones.

—¿Interrumpo?

—Para nada —respondí—. Felix, Yeonjun nos ha invitado para que vayamos a verlo en la pasarela de modas de la universidad —presumí, sonriéndole.

—Interesante, supongo.

—Es bueno verte de nuevo Felix, gracias por cuidar a esta pulga tan bien —halagó el más alto, levantándose—. Bueno, pasé solamente a saludar, por favor, no me dejen morir solo, nos vemos luego.

Yeonjun dejó un beso en mi mejilla y un par de golpes amistosos en el hombro del rubio. La puerta se cerró y dio rienda suelta a un completo silencio. Mis ojos estaban pegados en el volante en mis manos, anunciando de manera amarillista, la participación de grandiosos modelos de alta postura.

—Es grandioso que Yeonjun vaya a participar de esta manera.

Levanté la mirada al no escuchar ni una respuesta de Felix. Le miré desde mi posición. Este miraba por la ventana, dejando en claro que volvía a su papel de maniquí. Di un suspiro y dejé la invitación sobre la mesita. Entrecerré mis ojos notando una mueca en el rostro de mi pecoso.