MANNEQUIN || LEE FELIX

16. R U OK?

«Soy demasiado joven, no puedo darme el gusto de ser encarcelada el resto de mi vida por un asesinato».

Desde que tengo memoria, aquellos que me conocen, dicen que soy una persona que inhala paz y exhala amor, cumplidos bastante cursis para ser realista. No obstante, en estos momentos podría asegurar que todas aquellas palabras quedaban como absurdas calumnias contra mi creciente aura oscura llena de ira y horrorosos sentimientos cubiertos en rencor.

Todavía podía sentir la fría mirada que recibí por parte del abuelo cuando este se retiraba. La reunión había sido de lo más incómoda en todo momento, salvo por aquel instante donde la abuela fue amorosa y amable conmigo, dejando claro que me prefería a mí antes que a la impostora con cabellos de fantasía. De ahí en más, todas las palabras nombraban a Jeon; los patrocinios que obtuvo debido a su victoria; y los prodigiosos beneficios que obtendría la familia si se concretaba un matrimonio con esa cría.

Cómo buena amiga y novia, mis instintos me llevaron a abrir la boca y aunque pude detener los berrinches del hombre por un rato, no fui totalmente capaz de hacerlo reaccionar. Al final de cuentas, no le importaba en lo absoluto que fuera la prometida del nieto al que intentaba comprometer.

"Una semana para cada uno, eso será más que suficiente, espero alguno de los dos entonces tome la decisión correcta".

A este punto, ni siquiera era capaz de identificar la razón exacta de mi molestia. No sé si fue que nadie dijo nada; o que no se me tomara en cuenta; o que ambos nietos aceptaran; o que sea la primera semana el turno de Felix, es decir, a partir de mañana.

El trato que planteó el anciano codicioso consiste en la convivencia con Jeon por una semana entera. El hermano en turno se verá en el deber de tener citas con la mocosa desde el lunes hasta el domingo. Sólo después de las dos semanas, la cría tendrá el lujo de seleccionar a uno de los hermanos. El viejo proyectó sus anhelos con tal seguridad, probablemente teniendo la certeza de que aquello sería suficiente como para que Minho o Felix terminen encantados con ella, y posteriormente, acepten el matrimonio.

Pese a saber que yo soy la dueña del corazón del hermano menor, no podía evitar sentirme insegura. Era claro que Jeon podía ganarme en muchos aspectos, mismos que sin duda me provocan sentimientos abrumadores de riesgo.

«¡Me deniego totalmente a ser espectadora de aquello! Sin embargo, puedo ver que no tengo opción de meterme en ello... ¡Aish! Maldigo el momento en que decidí que era buena idea dejar todos los clubes vespertinos de una».

-_____, ¿Puedo jugar contigo?

Detuve mis pasos llevando la mirada hasta el pequeño que yacía parado bajo el marco de la puerta. La carita de Niki relucía en un brillo de emoción.

No pude ser consciente de lo que se refería hasta el momento en que me di cuenta que estaba pateando una piedra con cada paso que daba. Sonreí para mi hermano, bajando mi postura e invitándolo a que se acerque. Por supuesto no lo dudó y rápidamente llegó hasta a mí, recibiendo mi abrazo.

Hwang Niki, el más pequeño de los cuatro hermanos. Por alguna razón, este hijo significó la paz de la familia. Cuando mamá se enteró de su embarazo, las cosas con su boutique no estaban bien. Pero justo en el quinto mes, las cosas milagrosamente comenzaban a tornarse mejor. Toda la felicidad se concretó cuando Niki nació.

No obstante, la noticia de un hijo superdotado en la familia; fue la noticia del siglo. Todos, al saber la condición de mi hermano, dibujaron en sus ojos grandes signos de wones y reconocimiento, sin embargo, mamá y papá no lo vieron de esa manera, en su lugar, decidieron mantener su don oculto de las malas influencias, alejándolo de aquellos que sólo lo veían con ambiciosas intenciones egoístas.