—Te lo digo en serio, _____. Es imposible que una niña pequeña pueda ver lucecitas en sus pechos y decir que tú y Felix son destinados, todos sabemos que la gran mayoría de los chamanes hoy en día, resultan ser unos farsantes cazadores de gente ingenua que derrocharía dinero para que le solucionen la vida.
Suspiré derrotada. En todo lo que llevaba de duración nuestra videollamada, mi mejor amiga no dejaba de repetirme constantemente, el hecho de que seguramente; Felix y yo fuimos carnada de una posible estafa.
—Jennie, la niña y su madre lucían bastante convincentes, además, la pequeña ni siquiera quiso recibir el dinero que iba a darle por las pulseras, ¿No es eso más que suficiente para que les creas?
—No.
—Bien, olvídalo, tú y yo no llegaremos a nada y sinceramente, lo que menos quiero, es empezar una pelea contigo.
—_____ no te enojes.
—Debo irme, nos vemos mañana, te amo.
—Te amo.
Corté la llamada y cerré el computador. No me gustaba admitirlo, pero en realidad, Jennie sí tenía algo de razón. La gente ahora es muy egoísta y se aventura a probar de todo con tal de resultar beneficiados. Pero a pesar de ello, la niña de verdad me había generado confianza.
Decidí dejar el asunto de lado y miré sobre la mesa el diario de Felix. Me sentí mal por seguir leyéndolo aún cuando el dueño había regresado. Pensé en que lo mejor sería regresárselo y decirle que lo había conseguido durante su ausencia, pero mi curiosidad era mucho más grande y definitivamente, me estaba negando a desprenderme de ese cuaderno. Tomé mis apuntes personales, divisando el pie de nota. Me di cuenta de que había dejado la investigación de lado por el asunto de la reunión con nuestros padres y la cita de hoy.
El último avance de mi estudio fue curiosamente, sobre las implicaciones que ocasionaban el esfuerzo obligado por hacerlo sonreír. Dentro del diario, Felix cuenta que estas conductas fueron idea de algunas tías y el abuelo, cuando su familia se vio envuelta en las cenas de negocios del mayor.
En mis apuntes pude destacar, el dolor muscular del mentón y quijada; un temblor inestable e incontrolable de las comisuras labiales; fastidio y deseos enormes de llorar; y finalmente, un constante dolor de cabeza, como principales complicaciones físicos que ocurren en Felix cuando lo obligan a hacer una mueca tan complicada como lo es sonreír.
La puerta fue tocada, terminando por completo mi concentración. Cerré los cuadernos y los guardé en el cajón de mi escritorio.
—Pase.
Hyunjin y Niki hicieron su gloriosa aparición en compañía de Rudy. El pequeño y la cachorra se lanzaron a mi cama, mientras el mayor se acercaba a mí, dejando un beso en mi frente como saludo.
—¿Qué ocurre? —preguntó, tomando un banco, sentándose a mi lado.
—No voy a quitarme la idea de que Felix tomó medidas extremas para su cambio.
—¿A qué te refieres?
—A que Felix no se siente cómodo cuando hace gestos, su naturaleza se deformó de esa manera y nosotros estamos siendo completamente crueles, al obligarlo.
—Ya, ¿Qué fue lo que encontraste?
Miré a Hyunjin, suspirando. La idea de decirle sobre el diario ya no estaba siendo sólo una cuestión de berrinche. Ahora podía ver esto como una oportunidad de avanzar positivamente con mi investigación.
Giré la mirada a mis espaldas, viendo a Niki recostado en el estómago de Rudy, ambos mostrándose lo suficientemente cansados como para terminar perdidos en un sueño profundo. Llamé un par veces a mi bebé fracasando en el intento y confirmando que estaba dormido.
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MANNEQUIN || LEE FELIX
Fiksi Penggemar_____ y Felix están comprometidos por conveniencia de ambas familias. Ninguno de los dos está disgustado con la desición, sin embargo, hay dos problemas en todo esto: •_____ está enamorada de Felix y Felix está enamorado de _____. •Para Felix, resul...