Capítulo 11

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Estaba claro que aquella iniciación debía ser voluntaria, pero de alguna manera me sentía obligada, aunque tampoco quería huir de mis responsabilidades, mucho menos encerrarme en un mundo ajeno a lo que ahora reconocía, ya estaba acostumbrada a todo este caos, a la rutina diaria donde recibía más palizas que halagos; estaba logrando sobresalir y mejorar. No podía claudicar a estas alturas. - Sólo es una iniciación, es por un bien mayor. - Me dije a mí misma tratando de convencerme.

Decidí acudir a la persona que me daría respuestas. Annelí.

- ¡Elena! Encontraste el camino a mi dormitorio. – Dijo queriendo ser irónica. Últimamente no hemos podido hablar mucho. -

- No te notas muy sorprendida. –

- No – Hizo un gesto invitándome a entrar, cerró la puerta y nos sentamos en uno de los muebles que había dentro de la habitación, era más grande que la mía, y tenía un espacio a un costado de la cama con un sofá de tres puestos, un diván y un sillón. – Gabriel habló conmigo, me preguntó si no te había dicho nada sobre la iniciación, y me reprochó que te ocultara lo que sucedió conmigo. – ¡Qué novedad! Más cosas ocultas. -

- Sí, bueno, no es el único que te cuestiona eso, aunque quién me dijo lo de tu decisión y tu iniciación fue Alex. – Notablemente sorprendida se quedó callada un instante y luego soltó el aire cómo si lo hubiese contenido todo éste tiempo. -

- Es un tema delicado, es decir, mí decisión fue un poco complicada de tratar para mí, era un camino difícil de elegir y no me arrepiento de haberlo tomado pero... – Apartó la mirada y suspiró cómo si necesitara ahogar los sentimientos. -

- Somos amigas, no te voy a juzgar por haber elegido en algún momento algo diferente a lo que se esperaba. –

- Quizá por eso no, pero si por la muerte de Victoria. – La confusión invadió mi mente ¿Qué tenía que ver una cosa con la otra? Anny no dejó que articulara palabra y siguió hablando. - No soy cazadora Elena, por esa razón no te acompañé aquella noche, en mi lugar fue Victoria quién debía protegerte, yo me fui con Omar y Gabriel, si hubiese sido capaz de matar... - Sus lágrimas comenzaron a salir, me acerqué a ella y la abracé. –

- No eres culpable de nada Anny, te hubiesen asesinado, quién no podría con la culpa sería yo, eres demasiado inocente, con un corazón lleno de bondad, no podría pensar si quiera en que te hagan daño. – Limpié su mejilla con los pulgares y traté de sonreír para infundirle un ánimo que ni yo tenía. Volví a mi asiento y ella tomó valor para seguir. –

- Mis padres son miembros de la logia, y obviamente yo tenía que pertenecer de alguna manera, pero el hecho de pensar que voy a arrebatarle la vida a otro ser. No sé, me paralizó. –

- Entiendo. – Comprendía lo que ella sentía, también me sentía de esa forma, pero no quisiera sentirme nuevamente paralizada e indefensa como aquella noche con Danilo. –

- Pero tampoco podía no hacer nada ante todo lo que sé, así que decidí ser la nerd, meterme en los libros y hacer todas las investigaciones que podía, por eso avanzamos tanto, no tenemos métodos medievales, y hay más protección para nosotros. No me he metido a bruja porque no tengo sangre de ninguna casta gracias a los cazadores. – Ironizó. -

- ¿Cuál es tu filosofía Anny? – Pregunté directamente. -

- Todos somos seres vivientes, humanos o no, es cierto que hay muchos que ni siquiera tienen un cuerpo humano, y que son bestias, seres infernales que se jactan de sus atrocidades. Pero creo que en muchos de ellos hay humanidad, hay algo que salvar, no me permito pensar que el cielo abandonó a ese grupo de personas sólo porque algo muy terrible les sucedió. –

Inmortales / (Edit)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora