«REYES O DIOSES, LA LINEA ES DEMASIADO FINA»
Luego de la destrucción completa de la Tierra, Lyanna y su pueblo viajaron por 125 años a través de las estrellas en sueño criogénico despertando con el regalo de una nueva oportunidad. Un lugar donde pue...
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La noche ya había caído, el bosque oscuro apenas iluminado por las estrellas y la segunda luna que rotaba alrededor de la otra, lo único que se escuchaba además de las pisadas de los cuatro, eran los insectos y una que otra brisa del viento contra las ramas de los arboles que se balanceaban suavemente. Aun así poco acostumbradas, Isabelle y Josephine se tropezaban constantemente y además peleaban contra sus captores en vano, tratando de resistirse, ninguna estaba en el bosque desde hacía años.
— Dejen de pelear. — Bellamy les ordenó, obligando a Josephine a seguir adelante mientras Etienne hacia lo mismo con Isabelle.
— ¿No lo entiendes? Nos estas matando a todos— la rubia respondió—. Sin mencionar a tus amigos cuando mi padre se entere.
— ¿De verdad Lyanna vale todo eso? ¿Una prostituta común?— Isabelle alzo una ceja, queriendo enojar al hombre que si funciono, pero él aun así no la atacaría como ella quería. La prime quería que Bellamy hiriera a su esposa, y pensaba, por lo que había visto en los primeros recuerdos de Lyanna sobre el hombre, que podía conseguirlo—. Ni siquiera sabes si aún si quiera te ama...
Pero Isabelle no pudo seguir hablando cuando cayó al suelo y el cuerpo de Lyanna empezó a convulsionar, retorciéndose en el suelo. Inmediatamente todos se arremolinaron a su alrededor, Bellamy la tomo de los hombros, sosteniéndola para que no se golpeara con alguna piedra o rama. Una vez su cuerpo dejo de moverse y poco a poco empezó a recuperarse del ataque, de su nariz empezó a emanar sangre negra que Bellamy le limpió con gentileza. Isabelle lo vio un poco sorprendida por el toque suave, y desvió su mirada a Etienne, el que para ella, debía sostenerla y cuidarla, no Bellamy Blake que fue el primero y solo lo hizo porque era el cuerpo de su esposa.
— Izzie— Josephine se arrodillo a su lado preocupada—. ¿Estas bien?
— Se esta volviendo peor— Isabelle jadeó, vio a Etienne—.Tienes que llevarnos a casa. Etienne, si nos llevas ahora, podemos olvidar todo esto, deja de ayudar a este salvaje por dos niñas que apenas conoces, vuelve al castillo conmigo, con tu madre, con tu gente.
Bellamy vio a Etienne con cautela, aun no confiaba por completo en él pero en lo que si confiaba era en su odio a Isabelle. El Prime vio a la mujer con una compleja mezcla de lastima y odio.
— Ya hice mi decisión. Y créeme que quiero estar presente cuando Gabriel y Lyanna te maten para siempre.— Etienne pronunció—. Usaras el EMP para matar a Clarke y a Lyanna. De ninguna manera la dejaremos irse.
— Los hijos de Gabriel no los ayudaran. En cuanto sepan quien eres, a ti también te van a matar— Josephine le siseó, vio ahora a Bellamy tratando de negociar, advirtiéndole—. Cuando descubran quienes somos, no solo destruirán nuestras mentes, me cortaran la cabeza y la de tu esposa, y ya no tendrás nada.
— Bien, entonces asegurémonos que eso no suceda— Bellamy se cortó la palma de la mano, haciendo que su sangre roja empezara a emanar, y con esta le mancho la frente a Josephine y la mejilla a Isabelle.
