KADIKH | The 100 #6

fekh

"Tienes que ayudarlos."

Lyanna no sentía un deseo asesino. 

Escuchaba a los otros gritar su nombre pero no se acercaría a ninguno de ellos, por un momento pensó en ir hacia la cabaña donde estaba Ryder inconsciente pero ¿que pasaba si justo en ese momento le daba un brote psicótico como a Emori? 

— ¡Lyanna!—  escuchó el gritó de Clarke por ella— . ¿Dónde estas?

Ella se apegó aun mas a la pared en la que estaba escondida, el filo que Ryder le regaló estaba en uno de sus bolsillos siendo que recuperó su espada cuando se había liberado de sus ataduras. No quería hacerle daño a nadie, pero se tendría que defender y eso definitivamente heriría a alguien que quería asesinarla, por lo que se mantendría alejada. ¿Tenía que volver ?¿Tenia que volver a encadenarse?

No, no podía, la presión de eso en sus muñecas era asfixiante, desesperante, se haría daño a si misma, no podía permanecer atada. Vio a su alrededor, podía escuchar voces, y Clarke dejo de llamarla. Solo tenía que sobrevivir por un par de horas y luego se enfocaría únicamente en buscar a sus hijos y su gente.

— Aun no pierdas la cordura, aun no pierdes la cordura...— se murmuró a  si misma mientras se deslizaba por la pared de una de las cabañas. Lo mejor sería ir a una casa vacía y encerrarse allí hasta que pasara el eclipse. Pero todos los planes se desintegraron en su cabeza cuando vio a una mujer desconocida a unos metros de ella.

 Se veía un poco mayor que ella, tal vez treinta, tenía la piel incluso mas pálida que Lyanna, el cabello era largo y perfectamente liso, de un color blanco grisáceo, mas apagado que el de la joven reina, tenía una cara preciosa pero seria, traía una armadura y se veía tan preparada para la guerra que desentonaba por completo con el lugar colorido y hogareño que era este pueblo. Traía una especie de corona que le rodeaba el rostro y una espada en la cadera, el mismo porte, el mismo aire de elegancia que Lyanna traía.

 Lyanna alzo una mano lentamente y la mujer realizo el mismo gesto, como si la chica estuviera frente a un espejo, eso, hasta que la mujer de pelo liso se dio la vuelta comenzando a caminar.

—  ¡Hey! ¡Espera!— Lyanna agrandó los ojos gritándole mientras corría hacia ella, y aunque estaba corriendo y la mujer frente a ella caminando, la desconocida iba mas rápido—. ¡Espera! No te hare daño.

Rodeó el castillo que esta gente tenía yendo hacia el lado contrario de donde estaban sus amigos, mentalmente se estaba preparando, tal vez la mujer la estaba guiando con su gente y Lyanna lastimosamente tendría que hacer sus planes a un lado y crear uno nuevo.

La mujer camino hasta un pedazo de tierra seca, Lyanna vio que estaba lleno de alambres de púas y tenía un letrero que advertía "Zona de Radiación, PELIGRO". No había ninguna entrada, ninguna puerta, pero la mujer simplemente había entrado, Lyanna no sabia como. La desconocida vio a la chica e hizo un gesto de que entrara.